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Tipos de empaques para materiales quirúrgicos: prevención de infecciones

Types of packaging for surgical materials: preventing infections

Introducción

Las centrales de esterilización, hasta hace un tiempo, estaban generalmente en los subterráneos, en el último lugar del hospital; eran lugares lúgubres, oscuros, sin mayor estética, adonde se enviaba al personal con faltas, a modo de castigo. Afortunadamente, gracias a las enfermeras este concepto ha cambiado, y actualmente este lugar es considerado el motor del hospital, un lugar clave dentro de la institución, en el cual se forjan muchas normas.

El empaque se define como el elemento que contiene el material a esterilizar y que posee las propiedades para mantenerlo de dicho modo; de la calidad y del tipo de empaque dependen en alto grado la conservación del material estéril y su durabilidad.

Los objetivos del empaque son retener la esterilización por tiempos prolongados, permitir la penetración y difusión del agente esterilizante, constituir una barrera efectiva contra los microorganismos y facilitar y permitir la manipulación de su contenido en forma aséptica. También debe permitir el transporte del material estéril sin riesgos de contaminación.

Características del empaque

  • El empaque debe ser liviano.
  • Debe ser amigable para el personal que lo usa y prepara.
  • Debe ser permeable, de modo que permita el proceso de esterilización en todas sus fases.
  • Debe poseer una porosidad adecuada; el tamaño de los poros del material no debe ser superior a 0,5 micrones. Mientras más pequeño es el poro, existe mayor seguridad de no contaminar el contenido.
  • De modo ideal, debería ser hermético, de modo que impida el paso de los microorganismos.
  • Debe ser resistentes a altas presiones, al aire y a la manipulación del producto, sin que se produzcan daños ni rupturas.
  • También debe ser resistente al paso de la humedad y microorganismos. Esto es muy importante actualmente, ya que nuestro medio ambiente está muy contaminado.
  • A su vez, debe ser atóxico y estar libre de sustancias que dañen al paciente o a la persona que lo manipula.
  • También debe ser sin memoria, lo que significa que al ser doblado no se deben producir marcas que puedan alterar su superficie.

Empaques blandos

Existen empaques blandos de grado médico, y empaques blandos de tipo no médico; sin embargo, la mayor parte del personal que trabaja con estos materiales desconoce esta clasificación.

El papel crepado es una fibra no tejida, compatible con autoclave, vapor y óxido de etileno, poseyendo propiedades de flexibilidad, resistencia y amoldabilidad, siendo además, repelente al agua. No tiene memoria y se hace porosa durante la esterilización. Se usa generalmente para envolver paquetes de mayor volumen, en reemplazo de la tela. Sus características fueron definidas en estándares británicos.

El papel celulosa, o celulosa más plástico, que es el papel mixto, es el más usado dentro de los hospitales y clínicas privadas de Chile. Es una combinación de papel de grado médico y polímetro transparente, compatible con el autoclave a vapor, óxido de etileno y vapor de formaldehído y resistente a la tensión, explosión y rajado. Se sella por calor y trae indicadores químicos incorporados. Vienen mangas adaptables a materiales de distintos tamaños.

Luego tenemos el polipropileno, papel no tejido compatible con el autoclave, el óxido de etileno y el peróxido de hidrógeno. Es amoldable, atóxico y repelente al agua. También existe un polímero sintético, el typer Müller, que es a su vez compatible con el óxido de etileno y el peróxido de hidrógeno, amoldable, atóxico y repelente al agua.

Un material bastante usado en nuestro medio es el género textil, la lona, con la que se arman los paquetes de ropa que van a la cirugía misma. Este material, que es compatible con el autoclave a vapor, tiene que tener un mínimo de 140 hebras por pulgada cuadrada. Generalmente se recomienda usar como doble capa o segundo envoltorio. Se debe lavar entre cada uso, pero hay que prestar atención, porque con los lavados continuos se va perdiendo la trama, quedando aberturas por donde podrían penetrar partículas y contaminar el paquete.

La persona que arma un paquete de ropa siempre debe revisar muy bien que la tela no esté rota o rasgada, en cuyo caso se debe zurcir, sino poner parches adhesivos. Todo esto, por supuesto, no es repelente al agua.

Otro envoltorio muy usado es el papel kraft, un papel blanco, con porosidad controlada. Su fabricación está estandarizada en cuanto a los aditivos; es repelente al agua y muy resistente.

Finalmente, está el clásico papel corriente, bastante usado por nuestros servicios de salud. Es compatible con el autoclave; no se considera una barrera eficiente; posee memoria y no se impermeabiliza, y además, genera pelusa. Su porosidad no está estandarizada y puede ser tóxico en su composición. Este material está recomendado para envolver superficies lisas, como bandejas y riñones, pero no se recomienda para envolver instrumental quirúrgico, ya que éste tiene una superficie rugosa, y como esto desprende pelusas, mancha el material y lo contamina.

Empaques rígidos

Dentro de los empaques rígidos están los contenedores. Los de aluminio son de fácil identificación, ya que se usan placas de colores o tapas de tonalidades gris, con las que se pueden identificar fácilmente. Tienen otro sector donde se coloca el control y el sello y poseen un sistema de filtros, que pueden ser de teflón o de papel.

Hay contenedores no perforados o cerrados, que no llevan filtro y van a calor seco. Actualmente están discontinuados en nuestros servicios.

Luego está el contenedor perforado con filtro, que va a autoclave a vapor y es resistente a las presiones. Sus características son que sólo opera con autoclave a vapor, el material es aluminio ionizado, tiene perforaciones superiores e inferiores, a elección de cada servicio de esterilización y tiene filtros de papel, que se deben cambiar todos los días, o de teflón, que tienen una duración de mil ciclos.

El empaque rígido es hermético, liviano, dado su material, repelente al agua, fácil de identificar y manipular.

Con respecto al empaque textil, el ideal de elaboración de la caja con este material es etiquetarla, cerrarla y poner su control; no es adecuado poner las clásicas amarras, y la trama debe ser bien tupida. No es bueno escribir en los paquetes de ropa; es mejor poner una cinta para su eventual identificación.

Conclusiones

El éxito de la esterilización depende en alto grado de la elección del tipo de empaque. Por ejemplo, es óptimo mantener el instrumental quirúrgico en contenedores perforados, y el material delicado o ciertos instrumentos, en papel celulosa mixto.

El empaque que da mayor seguridad es el hermético; el empaque blando puede ser económico pero con el tiempo el empaque rígido es una mejor inversión.

Una nueva y buena esterilización se obtiene mediante una preparación responsable y correcta de parte del usuario, aspecto que sin duda es de gran importancia.

La capacitación y la educación del personal al respecto son factores relevantes en esta área tan esencial en el pabellón; con todo ello podremos prestar un mejor servicio a los usuarios, que son los pacientes.

En cuanto a la higiene y profilaxis de las infecciones, no debe contaminarse material estéril durante el transporte, ni debe existir la posibilidad de que el material contaminado ponga en peligro al medio ambiente ni al personal.

En lo que se refiere al manejo, el trato del material estéril debe ser sencillo, rápido y seguro.

En relación a los requisitos financieros, el abastecimiento y la retirada deben ser económicos.

En el pasado, normalmente se guardaba material estéril para el día en unos cuantos recipientes estériles, que consistían en unos tambores perforados que se tenían que abrir y cerrar repetidas veces. Con este procedimiento, el peligro de recontaminación del material estéril era evidente.

En los años 70 se impuso otro método de preparación: el set-system, en el que el instrumental, los tejidos textiles y las compresas eran colocados, para cada intervención, en un mismo set. El instrumental estaba definido para cada set, y por lo tanto, tambiés esto estaba normado. Después de las intervenciones podía retirarse todo el set para volver a prepararlo, por lo tanto, el siguiente paciente recibía un set nuevo.

Originalmente se utilizaban embalajes blandos, tales como paños de algodón o papel en diferentes combinaciones, como material para envolver los set, pero había una desventaja, ya que los embalajes blandos resultaron ser endebles, humedeciéndose fácilmente en presencia de agua condensada, y los envases únicos eran muy costosos.

Con la introducción de los contenedores se logró eliminar los inconvenientes de los embalajes blandos; los embalajes duros permitieron efectuar un almacenamiento y transporte más estable y seguro, logrando además que la disposición del material se hiciera bajo condiciones estériles, elevando el nivel de higiene.

Otra ventaja es que los textiles del instrumental se mantienen siempre secos, ya que el aluminio agrega mejores propiedades de secado que el acero inoxidable o el material sintético.