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Tumores conectivos y vasculares: tratamiento

Connective and vascular tumors: treatment

Resumen

Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el curso Lesiones Tumorales y Pseudotumorales del Sistema Musculoesquelético, organizado en Santiago por el Departamento de Ortopedia y Traumatología de la Universidad de Chile del 12 al 16 de mayo de 2003.
Director: Dr. Miguel Sepulveda H.

Los tumores conectivos óseos son:

  • Fibroma desmoplásico
  • Fibrosarcoma
  • Fibrohistiocitoma maligno
  • Lipoma
  • Liposarcoma
  • Leiomiosarcoma óseo

El tratamiento de elección para el fibroma desmoplásico óseo es la resección en bloque, porque el curetaje tiene 72% de recidiva y, con la resección, la recidiva alcanza sólo a 17%.

En el caso del fibrosarcoma óseo, igual que en todos los sarcomas óseos, el tratamiento consiste en quimioterapia y cirugía, la que a su vez puede significar resección en bloque, reconstrucción, amputación o desarticulación. Cuando la lesión se fractura, compromete todos los compartimentos, por lo que la cirugía conservadora se hace más difícil.

En cuanto a la quimioterapia preoperatoria, el esquema es el siguiente:

  • 1° día doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más cisplatino 100 mg/m2 (1 día).
  • 21° día doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más ifosfamida 3 gr/m2 y mesna 3 gr/m2 (2 días).
  • 42° día doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más cisplatino 100 mg/m2 día (1 día)

La quimioterapia postoperatoria es la siguiente:

  • 1° día doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más ifosfamida 3 gr/m2 y mesna 3 gr/m2 (2 días).
  • 21 días doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más cisplatino 100 mg/m2 (1 día).
  • 42 días doxorrubicina 25 mg/m2 (3 días) más ifosfamida 3 gr/m2 y mesna 3 gr/m2 (2 días).

El pronóstico de este tumor, en general, es malo. La sobrevida global es de 34% a cinco años: 83% para los de bajo grado y 34% para los de alto grado.

Para el fibrohistiocitoma maligno óseo, el tratamiento sigue los mismos principios que para todos los sarcomas óseos: en primer lugar están la quimioterapia y la cirugía, que puede ser resección en bloque, reconstrucción, amputación y desarticulación. La radioterapia se reserva para las lesiones ubicadas en sitios inaccesibles.

En la figura 1 se muestra la radiografía postoperatoria de un paciente a quien se le hizo una resección y luego se le colocó una prótesis oncológica de rodilla.

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Figura 1. Fibrohistiocitoma maligno óseo tratado con resección más prótesis.

El liposarcoma y el leiomiosarcoma, lo mismo que el fibrohistiocitoma maligno, se trata con quimioterapia y cirugía, que puede ser de cualquiera de los tipos ya descritos.

Tumores vasculares

El hemangioma óseo y el tumor glómico son tumores vasculares benignos. Los hemangiomas se pueden someter a observación cuando son asintomáticos (o sea, se han diagnosticado como un hallazgo) y cuando no han producido colapso vertebral.

Cuando hay compresión radicular o medular, se realiza descompresión. Si el tumor está en zonas inaccesibles a la cirugía, se realiza radioterapia. También se puede hacer curetaje o resección en bloque, en casos de ubicación diafisiaria.

En la figura 2 se muestra un caso en el que se realizó una descompresión asociada a estabilización del segmento raquídeo comprometido.

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Figura 2. Hemangioma óseo vertebral tratado con descompresión y estabilización.

Tumor glómico
El tratamiento del tumor glómico es la resección tumoral, con lo que los síntomas ceden rápidamente. En la figura 3 se muestra el momento en que se efectúa la resección quirúrgica de un tumor de este tipo.

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Figura 3. Resección de un tumor glómico.

Entre los tumores de malignidad intermedia están el hemangioendotelioma y el hemangiopericitoma óseo. En el primer caso, si se trata de una lesión única, se realiza la resección amplia de la lesión, pero cuando son lesiones múltiples en la misma extremidad se debe efectuar la amputación de ésta.

El hemangiopericitoma óseo es un poco más agresivo que el anterior, por lo que se realiza la resección en bloque de la lesión y, si esto no es posible, se debe amputar el miembro afectado. La quimioterapia también podría cumplir un papel en el tratamiento de este tumor.

El tumor más agresivo de este grupo es el angiosarcoma óseo que, como todos los sarcomas, se trata con quimioterapia asociada con resección en bloque de la lesión. Sin embargo, este tumor con gran frecuencia exige amputaciones o desarticulaciones.