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Complicaciones asociadas al uso crónico de la medicación en la enfermedad de Parkinson

Complications associated with chronic use of medication in Parkinson's disease

Resumen

Se presenta un estudio descriptivo, retrospectivo, realizado para identificar las complicaciones más frecuentes asociadas al uso crónico de la medicación antiparkisoniana en pacientes portadores de Enfermedad de Parkinson. La muestra estuvo conformada por 95 pacientes que se encontraban en diferentes estadios evolutivos de la Escala de Hoehn y Yahr. Se detectó que las fluctuaciones motoras tenían una elevada incidencia después de la introducción de la levodopa. Se hace indispensable que el personal que labore con estos enfermos adquiera conocimientos sobre cómo abordar la enfermedad, manejo de la dieta, control de las fluctuaciones, higiene del sueño y medidas de evacuación intestinal, pues esto garantiza seguridad en el seguimiento y prevención de las complicaciones.

Palabras clave: Enfermedad de Parkinson, fluctuaciones motoras, fluctuaciones psíquicas.

Introducción

La enfermedad de Parkinson fue descrita por James Parkinson en 1817 (1), como una enfermedad neurodegenerativa frecuente del sistema motor, que afecta el control del movimiento y el lenguaje. Evolutivamente aparecen complicaciones asociados al uso crónico de la medicación, como son los trastornos motores, trastornos disautonómicos, trastornos del sueño y trastornos emocionales, que pueden llegar a producir la incapacidad total en estos pacientes. Se calcula que en España existe una prevalencia de 1000/100.000 personas. La edad media de comienzo está en torno a los 55 años y aunque existen formas tempranas de la enfermedad, ya que 5 a 10% de los pacientes tienen menos de 40 años, la mayoría tienen entre 50 y 80 años. La naturaleza crónica, progresiva y con presencia de síntomas tan diversos obliga a plantear un abordaje terapéutico multidisciplinario, en donde el personal de enfermería juega un papel determinante en el control de las fluctuaciones motoras, el manejo de la dieta de redistribución proteica, la evacuación intestinal regular, la higiene del sueño y los trastornos emocionales asociados.

Las complicaciones en pacientes con enfermedad de Parkinson incluyen trastornos neurológicos muy evidentes, presentes en estadíos avanzados de la enfermedad, cuya prevención y corrección dependen de una correcta valoración y un estrecho seguimiento, dada la complejidad de los síntomas, por lo que es importante tener en cuenta en la atención de estos pacientes los principios antes señalados. El objetivo de este trabajo es identificar las complicaciones que con más frecuencia se presentan en los pacientes con enfermedad de Parkinson, relacionadas con el uso de la medicación y dar a conocer las medidas para su detección precoz y para abordarlas.

Material y método

Se realizó un estudio retrospectivo y descriptivo para detectar la presencia de complicaciones relacionadas con el uso de los fármacos en pacientes con Enfermedad de Parkinson. La muestra se conformó con un total 95 pacientes portadores de Enfermedad de Parkinson en diferentes estadios de la Escala de Hoehn y Yahr, en el período comprendido entre enero de 2005 y enero de 2006 ingresados en la Clínica de Trastornos del Movimiento del CIREN. A todos los casos se les aplicó la escala de fluctuaciones motoras modelo, diseñada para efectuar el control por horas de la condición motora del paciente; y se llevó un registro de las complicaciones. Se recogieron variables como edad, sexo, estadío en la escala de Hoehn y Yahr, tiempo de evolución de la enfermedad y complicaciones. Los resultados obtenidos se presentan en tablas estadísticas.

Resultados

  • El grupo de edad más afectado fue el de 50 a 59 años, que correspondió a 29,47% de los pacientes (Tabla I), predominando el sexo masculino, con 70 pacientes (73,68%).
  • En la escala de Hoehn y Yahr, el mayor porcentaje correspondió al estadío II, en 70 pacientes (73,68%); 23 pacientes estaban en el estadío III (24,21%) y 2 pacientes en el estadío IV (2,10%). No se encontró ningún paciente en el estadío I (Tabla II).
  • En relación al tiempo de evolución de la enfermedad, en el grupo de más 6 años hubo 55 pacientes (57, 89%); en el grupo de 4 a 6 años, 32 (33,68%); y en el de 2 a 4 años, solamente 7 (7,36%). No hubo ningún paciente en el grupo de 0 a 2 años (Tabla III).
  • De las complicaciones asociadas al uso crónico de la medicación, las fluctuaciones motoras se observaron en 100% de los pacientes estudiados; estreñimiento, en 92,63%; trastornos del sueño, en 83,15%; trastornos psíquicos, en 38,94%; trastornos emocionales en 14,73% y trastornos disautonómicos, en 5,26% (Tabla IV).
;;;;Tabla I. Distribución por edad.
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;;;;Tabla II. Estadios evolutivos de la enfermedad de la escala de Hoehn y Yahr.
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;;;;Tabla III. Tiempo de evolución de la enfermedad.
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;;;;Tabla IV. Complicaciones.
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Discusión

La edad es un índice pronóstico, ya que a partir de los 50 años se observa mayor predisposición a padecer la enfermedad, aunque es posible que aparezca en edades tempranas, como es el caso del Parkinson en edad juvenil. En nuestra casuística el sexo más afectado fue el masculino, aunque se ha comunicado que ambos sexos pueden estar afectados por igual. A medida que progresa la enfermedad y cambia el estadío evolutivo, según la Escala de Hoehn y Yard, el paciente requiere mayor seguimiento y control por parte del equipo médico y del personal de enfermería, ya que aumenta el riesgo de aparición de complicaciones asociado a un incremento de las dosis de levodopa exógena. Como premisa, se trata de detectar y prevenir precozmente la aparición de estos eventos condicionados por la propia medicación. La levodopa (LD) continúa siendo la piedra angular en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, pero su empleo a largo plazo está asociado a una serie de complicaciones motoras; de hecho, en nuestro estudio esto ocurrió en 100% de los pacientes, que presentaron discinesias de beneficio y fin de dosis, distonías, fenómenos on-off y bloqueos de la marcha. Estos resultados coinciden con lo descrito en la literatura mundial (2, 3). La correcta identificación de estos síntomas permite tomar una conducta oportuna que evite el aumento del deterioro motor.

El estreñimiento es uno de los síntomas más frecuentes que padecen estos pacientes; esto se relaciona con una reducción de la actividad intestinal, falta de ejercicios regulares y disminución en la ingesta de líquidos y condicionaría una disminución en la absorción y, por tanto, del efecto de los fármacos, por lo que se hace indispensable aplicar una estrategia de intervención desde el inicio de la enfermedad, encaminada a fomentar una dieta adecuada, hábitos correctos de evacuación intestinal y práctica diaria de ejercicios, para así lograr a mantener una función intestinal normal.

Otro aspecto importante se refiere a las alteraciones del sueño que muchos de estos pacientes desarrollan en el curso de su enfermedad, secundarios al uso de fármacos y a los trastornos motores. Los pacientes presentan fenómenos on- off, con dificultad para movilizarse en la cama, lo que los obliga a permanecer en la misma posición durante períodos prolongados; también pueden aparecer sueños vívidos, terrores nocturnos, pesadillas y alucinaciones. Diversos estudios (4, 5) han puesto de manifiesto que el trastorno del sueño más relevante y frecuente es el insomnio. El sueño tiene un papel decisivo en la estrategia de atención de estos pacientes, ya que durante el sueño se produce el almacenamiento dopaminérgico en el sistema nigroestriatal, lo que favorece la movilidad matutina (6). Esto, unido a medidas para lograr una adecuada higiene del sueño, más apoyo familiar y manejo farmacológico adecuado, permiten lograr una mejor condición motora y disminuir la fragmentación del sueño. En determinados pacientes, el uso de fármacos, como los neurolépticos atípicos, puede ayudar a mejorar este problema.

En el grupo de las fluctuaciones psíquicas, las alucinaciones, visuales o auditivas, constituyeron el primer orden de aparición, estando presentes en 37 pacientes estudiados, en relación con el uso de la medicación antiparkisoniana. Es evidente que el uso de la terapia medicamentosa mejora los síntomas de la enfermedad, pero a expensas de reacciones adversas, por lo que se hace necesario retirar los fármacos que tengan menos efecto sobre la enfermedad y que condicionen la aparición de estas complicaciones. 40% de los pacientes presentan depresión al inicio, o bien presentan ansiedad o una sensación de intranquilidad que no le permite estar tranquilo (acatisia).

La hipotensión ortóstatica es un síntoma poco frecuente, que puede ser causado por la levodopa. Se piensa que se debe a mecanismos centrales y periféricos y se manifiesta por un desbalance en la presión arterial en los diferentes decúbitos. El paciente lo refiere como sensación de mareo. En estos casos se aconseja aumentar la ingesta de sal en las comidas, elevar los pies de la cama, evitar la fatiga, evitar ejercicios físicos intensos, eliminar medicamentos antipertensivos y, si es necesario, orientar el uso de fármacos como la fludrocortisona.

Dentro de los trastornos emocionales más frecuentes se cita la depresión, que se puede presentar en etapas iniciales de la enfermedad, en estrecha relación con los momentos de empeoramiento motor y que en la mayoría de los casos conduce al paciente a aislamiento social, inseguridad en sí mismo, llanto fácil y cambio de humor. Se puede sugerir terapia con un especialista en neuropsicología y se puede ayudar con la incorporación de algún fármaco.

En cuanto a la demencia, en nuestro estudio no se registró ningún caso. Los episodios de confusión estuvieron relacionados con el uso de la medicación y se observaron en pacientes en estadíos avanzados de la enfermedad. Existe cierta predisposición a la aparición de este signo en pacientes que utilizan anticolinérgicos, que están prácticamente contraindicados en sujetos mayores de 70 años y en estadíos avanzados de la enfermedad de Parkinson (5).

Conclusiones

El consumo crónico de levodopa conlleva el riesgo de presentar importantes complicaciones, muchas de ellas limitantes para el paciente; en nuestro estudio las más frecuentes fueron las fluctuaciones motoras, el estreñimiento y los trastornos del sueño. El manejo adecuado por parte del personal de enfermería, en relación a la aplicación de las medidas higiénicas sanitarias, puede ayudar a disminuir la aparición de estas complicaciones.