Carta a la editora

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Buscando la confianza

Searching for trust

Estimada editora:

La desconfianza pública en salud crece universalmente en forma alarmante y en independencia del régimen público o privado de los sistemas médicos [1]. El artículo de C. Cuadrado (publicado en este número de Medwave) [2], sostiene que reconstruir la confianza perdida puede contribuir a legitimar el espacio público pero, si se sigue a Habermas, la relación es inversa: la participación democrática es la clave de la legitimación, de la cual nace la confianza. Esta inversión puede ser producto de la definición de legitimidad adoptada, basada en “el poder del gobierno para tomar decisiones vinculantes está justificado y apropiado”: la legitimidad no está justificada, ella justifica. En el acápite sobre “El papel de los profesionales de la salud y la profesión médica”, presenta comentarios sociológicos acerca de la desconfianza hacia los médicos, preocupados de sus conflictivos intereses e incumpliendo sus compromisos asistenciales públicos. Son problemas reales, pero requirentes de un análisis de antropología médica, que dé cuenta de que el encuentro clínico es esencialmente amistoso (sodalicio escribe Laín Entralgo), fiduciario (Ramsey, Pellegrino) que genere una relación médico-paciente participativa, no contractual.

La medicina se ha transformado en biomedicina que “simboliza la alianza entre medicina, biología y también la industria” [3]. La confianza en el médico se malogra por la práctica médica administrada, que extrema costos en vez de contenerlos, golpeando el bolsillo y la confianza del paciente, ya no tal, sino usuario o cliente.

¿A qué viene esto? A recordar que sanear la democracia, legitimar las políticas públicas y desarrollar programas eficaces y eficientes de salud pública, son indispensables, pero la confianza en medicina y salud pública ha de recuperarse desde abajo, desde el encuentro del médico con el paciente, del sanitarista confiable que convence sin imponer [4], del ingeniero comercial que distingue entre administrar un hotel y dirigir una clínica. Recientes inquietudes reconocen la necesidad de reconstruir la confianza en el encuentro de agente de la salud y afectados [5].

De lo contrario, la medicina perderá sus restos de confianza y prestigio, como también eficacia para resolver problemas clínicos que requieren narrativa, comunicación, confianza mutua, la recuperación de la “droga médico”, en vías de ser tóxica.

Notas

Declaración de conflictos de intereses
El autor ha declarado que no existen conflictos de interés.

Financiamiento
El autor declara que no hubo fuentes de financiación externas.