Editorial

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Salud mental: avances y pendientes en la provisión de servicios de salud mental a la población

Provision of mental health services: putting public health criteria at the center

Los trastornos de salud mental constituyen un problema de salud pública masivo y en progresivo incremento, cuyo impacto se traduce en muertes y discapacidad que ocupan un destacado lugar dentro de la carga de enfermedad del mundo y de la región de Latinoamérica y El Caribe. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre los años 1990 y 2002, la carga de enfermedad medida en años de vida ajustados por discapacidad ascendió de 8,8 a 22,2% de la carga total en la región1,2.

Paralelamente a este incremento progresivo se han desarrollado un conjunto de recursos psicofarmacológicos, psicológicos y psicosociales que, aplicados a los casos individuales, muestran grandes resultados, particularmente cuando logran articularse dentro de un plan terapéutico racional, integrado, continuo y que involucre al sujeto y su entorno significativo3.

Sin embargo, para que estos logros impacten globalmente a las personas, se requiere que los sistemas de salud adopten modelos de atención efectivos y eficientes, y que en torno a estos se organicen los factores productivos: formación y capacitación de recursos humanos, incentivos para su desempeño pertinente y de calidad, disponibilidad de fármacos, organización de los procesos de ayuda psicoterapéutica, entre otros4.

Esto implica poner en el centro un modelo de atención orientado por criterios de salud pública, y transitar con decisión desde otros modelos hacia este, garantizando además de la reorientación de recursos que implica, la imperativa necesidad de asegurar recursos suficientes para la consolidación y profundización progresiva del nuevo modelo de atención que se impulsa5.

De acuerdo a las recomendaciones de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este es el  Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental6, el que a partir de la Conferencia y la Declaración de Caracas7 ha guiado los procesos de transformación de la atención psiquiátrica en la región, sirviendo de respaldo a los grupos profesionales y gestores empeñados en avanzar en ese sentido8.

El camino para este cambio no es fácil. Todo estado de cosas traduce y se sustenta en un arreglo entre los intereses de los diversos actores implicados y el cambio los afecta o al menos los tensiona, generando resistencias.  Es la autoridad la que debe asumir su responsabilidad por el cambio, su velocidad de implantación y los costos resultantes de sus acciones y omisiones, en un complejo proceso decisorio, que es imperativo transparentar9.

En este número de Medwave, apoyados por un grupo de expertos relevantes en hispanoamérica, hemos abordado un suerte de mirada evaluativa de los procesos de transformación de la atención de los trastornos mentales en España, Brasil, Centroamérica y el Caribe, además de poner en la mira los desarrollos respecto a investigación en servicios de salud mental en Chile, uno de los países que presenta una interesante tradición de investigación epidemiológica y que ha transitado a estudiar sus servicios y sus programas.

Notas

Declaración de conflictos de intereses

El autor ha completado el formulario de declaración de conflictos de intereses del ICMJE traducido al castellano por Medwave, y declara no haber recibido financiamiento para la realización del artículo/investigación; no tener relaciones financieras con organizaciones que podrían tener intereses en el artículo publicado, en los últimos tres años; y no tener otras relaciones o actividades que podrían influir sobre el artículo publicado. El formulario puede ser solicitado contactando al autor responsable.