Ensayos

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Explorando las bases genéticas de la violencia: el impacto de los cromosomas X y Y

Exploring the genetic basis of violence: The impact of Y and X chromosomes

Resumen

La violencia es un problema mundial acuciante, que causa más de 475.000 muertes al año y afecta de forma desproporcionada a mujeres y niños. Aunque los factores ambientales, genéticos y epigenéticos contribuyen al comportamiento violento, este artículo se centra en el aspecto genético, en particular en el papel de los cromosomas X e Y. El gen MAOA influye en el catabolismo de los neurotransmisores y se localiza en el cromosoma X. Los polimorfismos, como las variantes de número variable de repeticiones en tándem asociadas a una baja actividad transcripcional, se han relacionado con la agresividad, sobre todo en los hombres, ya que la inactivación del cromosoma X complica los estudios en las mujeres. Otras variantes de la MAOA, incluidos polimorfismos específicos de un solo nucleótido, también se han relacionado con el comportamiento violento. Además, los individuos con síndrome del cromosoma X frágil suelen presentar patrones de agresividad aumentados. El gen SRY del cromosoma Y desempeña un papel fundamental en el desarrollo sexual y el comportamiento masculinos. Además de dirigir la formación de los testículos, el SRY se expresa en otros tejidos e influye en la violencia modulando la liberación de catecolaminas e inhibiendo la MAOA. Las hipótesis evolutivas sugieren que el SRY puede haberse adaptado para promover la agresividad masculina en aras de la supervivencia. A pesar de las pruebas que relacionan los cromosomas X e Y con la violencia, los resultados contradictorios ponen de relieve la necesidad de seguir investigando para comprender plenamente su papel en el comportamiento agresivo. Este artículo se centra en el componente genético, analizando específicamente las pruebas bibliográficas que asocian la genética de los cromosomas Y y X con la violencia.