Carta a la editora

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Carta a la editora - Participación de los estudiantes de medicina de Latinoamérica en la pandemia por COVID-19

Letter to the editor - Participation of medical students from Latin America in the COVID-19 pandemic

Señora editora:

La Organización Mundial de la Salud decretó el 11 de marzo de 2020 al SARS-CoV-2, causante de COVID-19, como pandemia, exhortando a los países a tomar medidas preventivas como el aislamiento social obligatorio, y a aumentar la capacidad de sus recursos en los servicios de salud[1]. En este contexto, las escuelas de medicina han suspendido sus actividades académicas y rotaciones clínicas en los hospitales, para proteger del contagio a los estudiantes y favorecer la disponibilidad de equipos de bioseguridad al personal sanitario. Sin embargo, los estudiantes de medicina, especialmente en América Latina, están expuestos de diferentes maneras al nuevo coronavirus.  A pesar de ello, los futuros médicos han estado participando en actividades en el hospital, con la comunidad y de forma remota[2].

En Chile, Ecuador, Honduras México, República Dominicana y Venezuela, la mayoría de las escuelas de medicina no han suspendido el programa del internado médico, en el cual estudiantes de medicina del último año continúan realizando sus prácticas preprofesionales en los hospitales[3]. Esto podría deberse a la creciente demanda de atenciones y a la escasez de profesionales de la salud para cubrir las necesidades en los servicios asistenciales en estos últimos dos meses.

Asimismo, el Ministerio de Salud Pública de Cuba ha dispuesto la participación de estudiantes de medicina de los tres últimos años como pesquisas para identificar personas con sintomatología sospechosa de COVID-19 en la comunidad (sin entrar a las viviendas ni examinar), y luego notificar a sus autoridades[4]. En Puerto Rico, los estudiantes de medicina de cuarto año participan voluntariamente en áreas de triage instaladas por la Guardia Nacional en los terminales de los aeropuertos, para evaluar a pasajeros que podrían estar contagiados[5].

Lo anterior difiere con las medidas dispuestas en Perú, Argentina y Colombia que han retirado temporalmente a todos los estudiantes de medicina de los hospitales, enviándolos a mantener aislamiento en sus domicilios. Algunas escuelas de medicina de estos países están promoviendo el uso de la telemedicina en los estudiantes, como una alternativa remota de consulta externa. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú, por ejemplo, ha diseñado un programa voluntario de teletriage para que internos de medicina puedan monitorear de forma virtual (a través de llamadas, mensajes y correos) a pacientes sintomáticos de COVID-19 en asilamiento domiciliario[6]. En esta misma línea, en las Universidades de Cuyo y La Plata en Argentina, y Católica de Manizales en Colombia; estudiantes de años superiores participan del servicio voluntario de teleconsulta en centrales telefónicas. Allí atienden consultas, reportan casos sospechosos y brindan información a la población[7].

Si bien existe una controversia sobre la participación directa de estudiantes de medicina para apoyar al personal sanitario durante la pandemia de COVID-19, las autoridades de salud y universitarias deberían velar por la integridad física y emocional de los alumnos, junto con implementar beneficios laborales específicos, más aún en el internado médico. Me refiero específicamente a la dotación de seguro de vida, remuneración, equipos de bioseguridad, tamizajes periódicos, apoyo psicológico y aislamiento oportuno. Asimismo, debería excluirse la presencia de estudiantes en áreas con pacientes diagnosticados con COVID-19.

Por último, podría reforzarse al personal sanitario en ejercicio contemplándose el uso de la telemedicina en estudiantes, como un recurso para contribuir en las atenciones médicas y reducir su exposición frente esta pandemia.

Notas

Conflicto de intereses
El autor completó la declaración de conflictos de interés de ICMJE y declara que no recibió fondos por la realización de esta carta; no tiene relaciones financieras con organizaciones que puedan tener interés en el artículo publicado en los últimos tres años y no tienn otras relaciones o actividades que puedan influenciar en la publicación del artículo. Los formularios se pueden solicitar contactando al autor responsable o al Comité Editorial de la Revista.

Financiamiento
El autor declara que no hubo fuentes externas de financiamiento.