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← vista completaPublicado el 1 de septiembre de 2003 | http://doi.org/10.5867/medwave.2003.08.3269
Lesiones pseudotumorales clásicas: tratamiento
Classic pseudo-tumoral lesions of the bone: treatment
Resumen
Este texto completo es la transcripción editada y revisada de una conferencia dictada en el curso Lesiones Tumorales y Pseudotumorales del Sistema Musculoesquelético, organizado en Santiago por el Departamento de Ortopedia y Traumatología de la Universidad de Chile del 12 al 16 de mayo de 2003.
Director: Dr. Miguel Sepulveda H.
Quiste óseo simple
El tratamiento del quiste óseo simple es el curetaje más injerto (auto, alo o heteroinjerto). Actualmente se ha agregado la adyuvancia, que se efectúa con electrobisturí a potencia máxima para quemar toda la cavidad que posteriormente se va rellenar con el injerto.
El curetaje de las lesiones tumorales y seudotumorales debe ser extremadamente prolijo y llegar a toda la cavidad. Si no se logra estabilidad debido al tamaño del quiste, se debe agregar elementos de osteosíntesis, sobre todo cuando se trata de fracturas en huesos de carga, como se ve en las Figuras 1 y 2.
Figura 1. Fractura subtrocantérea secundaria a quiste óseo simple.
Figura 2. Osteosíntesis con placa en fractura subtrocantérea.
Otra alternativa de tratamiento, especialmente en niños, es la infiltración con corticoides. En ese caso, se utiliza metilprednisolona en dosis de 80 a 240 mg, entre 2 y 5 dosis, puncionando con un trócar para sacar líquido e inyectando con otro el corticoide.
El inconveniente de este método es que tiene mayor recidiva y que no hay diagnóstico histológico; por lo tanto, antes de hacer la infiltración, se debe enviar un frotis a estudio. En buenas manos, en 30% de los casos tratados con curetaje se observa recidiva; en cambio, en los pacientes tratados con corticoides la cifra asciende a 45%.
Debido a estos resultados, hay quienes han planteado que es mejor hacer una cirugía oncológica, con resección en bloque más injerto, pero es probable que el procedimiento sea excesivo para la lesión, puesto que siempre es posible repetir el curetaje y que se ha visto que la adyuvancia disminuye la recidiva.
Es posible la remisión espontánea, pero es excepcional y ocurre sólo en quistes muy pequeños. También se describe la remisión post fractura con la técnica de Imheuser, pero es parcial.
De todos modos, debe quedar como concepto académico que siempre se debe tomar biopsia y luego efectuar la cirugía, y que, cuando se trata de fracturas, se debe esperar su consolidación y luego tomar una biopsia de todas maneras.
En el caso del quiste óseo del calcáneo, el principal tratamiento es la observación; pero también se puede hacer curetaje y, según el caso, curetaje más injerto.
Quiste óseo aneurismático
En este caso hay discusión, pero en general se acepta que, hasta la etapa 3, el tratamiento de elección es el curetaje más injerto.
En las etapas 4 y 5, estas lesiones sangran demasiado, por lo que se prefiere la resección en bloque más sustitución, con embolización 24 a 48 horas antes de la intervención. La resección tiene menos recidivas y menos probabilidades de complicaciones.
Hace algunos años, ni siquiera se mencionaba la radioterapia, pero hoy se utiliza cada vez más, debido a que se han desarrollado nuevos aceleradores lineales con los que se han obtenido resultados satisfactorios en tumores ubicados en lugares inaccesibles o que han sido objeto de una resección incompleta.
El problema de este procedimiento es el riesgo de transformación maligna de una lesión inicialmente benigna.