Resumen

Introducción El desarrollo de este artículo, procura abordar la incidencia del contexto económico en torno a la configuración de productos, en dónde el sentido de producción, se concibe a partir de una perspectiva consumista, que perpetúa la figura de la obsolescencia programada en el ciclo de vida del objeto, para acentuar la idea, del diseño como modelo de negocio, el cual, se enmarca en un bucle de compra y desuso. Cabe señalar, que las dinámicas de comercialización contemporáneas, establecen estructuras proyectuales, donde se podría reconocer inclusive una ‘estética de mercado’, la cual, en combinación con parámetros de usabilidad, se erigen con base en un paradigma metódico de carácter sistemático, y donde cuya validación, se la realiza desde un enfoque comercial.

Objetivos Realizar un estudio de la influencia del sistema económico actual, con respecto al discurso del diseño industrial contemporáneo, desde un enfoque crítico.

Método Mapeo y recolección de datos bibliográficos específicos, que aborden la temática desde la inter y la transdisciplina. Se utilizaron los siguientes descriptores: El capitaloceno y el proyecto de diseño, obsolescencia programada, el usuario como espectador de las secuencias del producto.

Principales resultados Esta revisión integra los conceptos básicos fundamentales de las dinámicas de consumo en un contexto capitalista; así también, la articulación de las actividades diseñísticas al modelo de negocio, para finalmente, concluir con un posicionamiento crítico propositivo desde la perspectiva del diseñador industrial, el cual, no asume el resultado a modo de un ciclo cerrado o fin, sino como una posibilidad de modificar y ampliar los territorios de las prácticas del diseño. Asimismo, ofrece una comparativa entre el paradigma del problema – solución, que se enmarca en un ámbito que se define por la velocidad, y las aproximaciones a un diseño contemplativo, que se articula con base en la lentitud.

Conclusiones Múltiples objetos que se fabrican a partir de un enfoque comercial, se orientan hacia el breve desuso y recambio, lo que directamente tiene relación con la obsolecencia programada en el ciclo de vida del producto, donde inclusive el valor estético, se enlaza a criterios de producción industrial, para que el diseño, además de ser imaginativo, eficiente, y efectivo, deba ser bello, definiéndose así una estética de mercado. El posicionamiento crítico propositivo, permite poner sobre la mesa, ejes temáticos que usualmente no se abordan dentro del paradigma del problema solución, para aportar en alguna medida, conceptos e ideas, con respecto a las posibilidades de configuración, y aproximaciones diferenciadas, en la conceptualización de los productos.