Introducción
La migración internacional es un reconocido determinante social de salud. Existe evidencia que indica que los niños y jóvenes migrantes internacionales enfrentan diferentes retos en salud en comparación con la población local, más aun si se enfrentan a ambientes inseguros o a condiciones sociales adversas. En Chile, los datos reportan que existe un importante volumen de población migrante en condición de pobreza y exclusión social, condición que aplicada a infancia reúne la conjunción de una doble vulnerabilidad: ser niño y ser migrante.
Objetivos
El objetivo del presente estudio fue comparar las condiciones sociales de la población inmigrante menor de 18 años de edad y la chilena a partir de los datos de Encuesta CASEN 2017.
Método
Estudio descriptivo, secundario, utilizando análisis de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) para el año 2017, en población menor de 18 años. Tamaño población migrante (n expandido calculado 2017= 115.225) y tamaño población chilena (n expandido calculado 2017= 4.001.002). Las variables seleccionadas fueron edad, sexo, distribución urbano-rural, tipo de previsión, retiro de leche (menor de 6 años de edad), estado nutricional, tener un problema de salud en los últimos 3 meses, asistencia al colegio, pobreza multidimensional, hacinamiento y calidad global de la vivienda. Todas las variables fueron informadas por los padres. Las comparaciones se realizaron al 95% de confianza, utilizando factores de expansión, con software Stata 14.
Principales Resultados
La proporción de población migrante menor de 18 años estimada fue de 2,8% de migrantes (115.225 habitantes) y 96,5% chilenos (373.838 habitantes), con una edad promedio cercana a los 8 años para ambos grupos, predominantemente de sexo masculino (54,3% inmigrante y 51,6% chileno) y residencia urbana (97,4% migrantes y 87,1% para población chilena). Se observaron diferencias en no tener seguro de salud, situación desfavorable para población migrante (1,2% chilenos vs. 20,2% migrante), en el estado nutricional, donde si bien en grupos fue normal (89,4% migrantes vs. 78,01% chilenos), existía predominancia de malnutrición por exceso en niños chilenos. Una menor proporción de niños migrantes reportaron la presencia de un problema de salud en los últimos 3 meses (13,2% migrante vs. 18,1% chilenos). Comparado con chilenos, existe una menor proporción de población migrante menor de 6 años que retira leche desde los centros de salud (30,7% vs. 55,4%) y una menor proporción que asiste al colegio (74,7% vs. 83,6% chilenos). Finalmente, la población migrante se encontraría en mayor proporción en situación de pobreza multidimensional (31,9% vs. 22,6% chileno), hacinamiento (44,5% vs. 16,2% chilenos) y condiciones de vivienda irrecuperables (1,8% vs. 0,8% chilenos).
Conclusiones
Existen importantes diferencias en las condiciones sociales entre niños y niñas migrantes y chilenas, las que posicionan a este grupo en especial condición de vulnerabilidad, lo que podría tener real impacto en alcanzar el máximo bienestar de los niños y niñas y en el efectivo goce de sus derechos. Atender las necesidades de este grupo entonces se vuelve un imperativo ético y moral, indispensable para la priorización de recursos en materia de salud pública, en particular en las dimensiones de pobreza multidimensional, hacinamiento y condiciones de vivienda irrecuperable, así como uso de servicios básicos de salud como retiro de leche en menores de 6 años de edad.
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