Resumen del V Congreso Chileno de Salud Pública y VII Congreso Chileno de Epidemiología

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Participación en salud en Chile: revisión del siglo XXI

Participation in health in Chile: revision of the 21st century

Tema
Participación social y ciudadana en salud

Palabras clave
Chile, participación en salud, participación social

Introducción

La participación es un capital social (Kilsberg, 2010) para el mejoramiento de la calidad de vida, es un medio y un fin en sí mismo. Está directamente relacionada con la equidad y la democracia. Flisfisch (2016) delimita el concepto participación a la acción colectiva, es decir, aquella que requiere de la presencia de un cierto número de personas, cuyos comportamientos se determinan recíprocamente. De acuerdo a esto, participar sería "intervenir en alguna forma de acción colectiva" (Ibidem). En Chile existen leyes para fortalecer la participación de la sociedad, la última en aparecer fue la Ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, que define modelos y mecanismos de participación social. Dentro de este mismo contexto existe un marco legal en que se encuadra este desarrollo, en el año 2009 se crea la Ley  20.285 sobre Acceso a la Información Pública, que le entrega información a la ciudadanía.

Objetivos

Revisar el avance que ha tenido la política de participación en salud en Chile durante el siglo XXI.

Método

La metodología utilizada fue de tipo cualitativa de revisión bibliográfica, sobre las Orientaciones Programáticas para la Planificación y Programación en Red de la Subsecretaria de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud de Chile de los años 2000 a 2018, y la escala de participación de Arnstein (1971).

Principales Resultados

Los resultados muestran que el nivel declarado de participación en salud en Chile ha subido de no participación a grados de simbolismos en la escala de Arnstein (1971), manteniendo así el status quo en un nivel de apaciguamiento. Los resultados obtenidos son avalados por Méndez y Venegas (2010: 144) que plantean “en la práctica la participación no alcanzó a convertirse en un mecanismo real de empoderamiento de la población”; lo mismo plantea Anigstein (2008: 81), “a pesar de que se han generado políticas que buscan instalar la participación social, los procedimientos no logran incluir a la comunidad el ejercicio del poder”; por último Borrel y Artazcoz (2008) plantean la importancia de promover y facilitar la participación de la población más vulnerable.

Conclusiones

Chile, a pesar de realizar un esfuerzo en estos 18 años hacia un mejoramiento de la participación en salud, no ha logrado llegar a los grados de poder ciudadano (Arnstein, 1971). Aún queda camino por recorrer y perder el miedo de empoderar a la ciudadanía para obtener una mejor salud y país.