Estudios originales
← vista completaPublicado el 25 de marzo de 2025 | http://doi.org/10.5867/medwave.2025.02.2915
Factores asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes en hemodiálisis de un hospital peruano: estudio transversal
Factors associated with health-related quality of life in hemodialysis patients in a Peruvian hospital: A cross-sectional study
Resumen
Introducción La calidad de vida relacionada con la salud en pacientes en hemodiálisis crónica, se ha convertido en un criterio fundamental para evaluar la efectividad de los tratamientos promoviendo el bienestar integral de esta población. El objetivo del estudio es identificar los factores asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con enfermedad renal crónica en tratamiento de hemodiálisis en Huancayo, Perú, desde septiembre hasta noviembre del año 2022.
Métodos Estudio observacional, descriptivo unicéntrico y transversal, en el que se identificaron datos sociodemográficos asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes en hemodiálisis, utilizando el instrumento SF-36.
Resultados Se aplicó el cuestionario SF-36 sobre calidad de vida relacionada con la salud a 88 pacientes en hemodiálisis, de los cuales el 68,2% eran hombres. El 87,5% de los pacientes se dializaban de manera ambulatoria. La principal causa de enfermedad renal crónica fue la hipertensión arterial, que afectó al 46,6% de los participantes. Además, el 80,7% había estado en tratamiento de hemodiálisis por menos de cinco años. En el análisis bivariado, se observaron diferencias significativas respecto a la dimensión de vitalidad en relación con el nivel educativo (p = 0,011) y el sexo (p = 0,049) respectivamente. Asimismo, se evidenció una diferencia significativa entre los promedios de los valores de la dimensión rol emocional (p = 0,038) del SF-36 en los niveles del estado nutricional y diferencia significativa entre los promedios del puntaje total del SF-36 en los niveles de salarios (p = 0,048). En el análisis multivariado, se identificaron correlaciones entre el estado nutricional y el dolor; el nivel educativo y la vitalidad; el estado nutricional y el rol físico; los salarios económicos; el nivel educativo y la función social; y el estado nutricional y el rol emocional.
Conclusiones Los pacientes en hemodiálisis presentan un puntaje total de calidad de vida relacionada con la salud que, en su mayoría, varía de baja a moderada (90,8%). Los factores que se asocian negativamente con la calidad de vida son el sexo masculino, una baja nutrición, un nivel educativo bajo y un mal estado emocional. La identificación temprana de estos factores permitirá desarrollar intervenciones en el futuro que optimicen la calidad de vida de estos pacientes. Es crucial diseñar intervenciones enfocadas en la mejora nutricional y la prevención de trastornos de salud mental, prestando especial atención a los hombres con bajo nivel educativo.
Ideas clave
- La calidad de vida relacionada con la salud en pacientes sometidos a hemodiálisis crónica es un tema complejo que abarca múltiples dimensiones, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y psicológicos.
- Este trabajo presenta elementos que permitirían mejorar el manejo clínico de los pacientes en diálisis, adoptar un enfoque integral hacia la persona con enfermedad renal crónica y proporcionar información que empodere al paciente sobre los factores que impactan en su calidad de vida.
- Una limitación del estudio es que solo se incluyeron pacientes en tratamiento de hemodiálisis del Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé en la región de Huancayo, Junín, Perú.
Introducción
La enfermedad renal crónica es considerada un problema de salud pública a nivel mundial [1]. Se estima que más de 850 millones de personas se ven afectadas por enfermedades renales en todo el mundo, la mayoría de las cuales padecen de enfermedad renal crónica . La prevalencia mundial estimada de enfermedad renal crónica es del 8 al 16% [2]. Los datos de la Global Burden of Disease (GBD) revelan un incremento significativo en la incidencia de esta enfermedad, pasando de 11 millones a 21 millones de casos (89%), y un aumento en su prevalencia de 147 millones a 275 millones de casos (87%) en 26 años [3]. Aunque en Perú no se disponga de estudios de prevalencia de enfermedad renal crónica a nivel nacional, investigaciones en grupos poblacionales específicos muestran que el 18% de la población peruana con esta patología requiere terapia de reemplazo renal como tratamiento principal [4]. Según datos de la Global Burden of Disease a 2024, la enfermedad renal crónica produciría el 5,28% de muertes totales en Perú [5]. Además, solo el 30% de peruanos puede acceder a una terapia de reemplazo renal [6]. Asimismo, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Perú (CDC-Perú) describe que entre 73 y 89% de los pacientes inician diálisis en forma no planeada, en situación grave y por emergencia, evidenciando falta de manejo oportuno y mayor costo de atención [7]. En las ciudades fuera de la capital de Perú, la disponibilidad de centros de hemodiálisis es limitada, lo que obliga a los pacientes que necesitan tratamiento dialítico a viajar de forma urgente de 2 a 6 horas en promedio [8].
La hemodiálisis es una terapia de reemplazo renal que consta de un circuito extracorpóreo compuesto por el filtro (dializador) y un sistema de líneas (arterial y venosa) para el transporte de la sangre y del dializado en contracorriente (solución de diálisis), cuyo objetivo es restaurar la homeostasis del líquido extra e intracelular [9].
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1994, definió la calidad de vida relacionada con la salud como “la percepción personal de la salud física y mental que tiene cada persona a lo largo del tiempo, según el ambiente en el que vive, teniendo en cuenta sus objetivos, expectativas, valores e intereses personales” [10]. Sin embargo, al tratarse de una alteración crónica, el concepto más adecuado para definir la calidad de vida relacionada con la salud se describe como la evaluación subjetiva de cómo el estado de salud actual, los cuidados sanitarios y la promoción de la salud influyen en la capacidad del individuo para alcanzar y mantener un nivel global de funcionamiento que le permita realizar actividades importantes para él, y que impactan en su bienestar general [11]. Al ser esta una definición muy subjetiva, surgen instrumentos para medir la calidad de vida relacionada con la salud y poder obtener resultados más objetivos sobre la base de los componentes multidimensionales que posee. El concepto de calidad de vida relacionada con la salud se compone de diferentes situaciones en las que el paciente ve alteradas ciertas dimensiones corporales, como funcionamiento físico, bienestar psicológico, estado emocional, dolor, funcionamiento social, percepción general de la salud, el grado de satisfacción con la vida, el impacto sobre la productividad laboral y las actividades de la vida diaria [12].
La calidad de vida relacionada con la salud de las personas sometidas a hemodiálisis engloba aspectos fisiológicos, psicológicos, económicos y sociales. Según Huaynate et al, se observó que niveles más altos de hemoglobina están asociados con una mejora en el puntaje de la dimensión de rol emocional, según el cuestionario Kidney Disease Quality of Life (KDQOL) diseñado para pacientes con enfermedad renal [13]. Además, la adherencia al tratamiento también influye positivamente, ya que "la falta de adherencia parece aumentar la percepción de sentirse saludable entre los pacientes y refuerza el control que el individuo tiene sobre su enfermedad y tratamiento, lo cual puede tener un impacto en los aspectos emocionales y físicos" [12].
Es crucial investigar los factores asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con enfermedad renal crónica sometidos a hemodiálisis en la sierra peruana. Esto permitirá mejorar el manejo clínico de los pacientes en diálisis, adoptar un enfoque integral hacia la persona con enfermedad renal crónica y proporcionar información que empodere al paciente sobre los factores que impactan en su calidad de vida. Además, facilitará la evaluación futura de los resultados de intervenciones clínicas desde la perspectiva del paciente. El objetivo del estudio es identificar los factores asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con enfermedad renal crónica en tratamiento de hemodiálisis en Huancayo, Perú, en el período de septiembre a noviembre del año 2022. Específicamente, se busca determinar los factores psicológicos y socioeconómicos asociados a la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis. Tenemos la hipótesis de que existen factores psicológicos, socioeconómicos y estilos de vida vinculados a la calidad de vida en pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis.
Métodos
Diseño y fuente de datos
Se realizó un estudio descriptivo, observacional y transversal, utilizando datos proporcionados por pacientes en hemodiálisis en Huancayo, Perú durante el período de septiembre a noviembre del año 2022. Para el informe de este estudio se siguieron las pautas Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE) para estudios observacionales [14].
Población y muestra
La población de estudio se compuso de pacientes diagnosticados con enfermedad renal crónica que se sometían a hemodiálisis en la Unidad de Nefrología del Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé) durante tres meses en el año 2022. Se contabilizaron a 125 pacientes, de los que finalmente se logró enrolar a 88 pacientes. Este tamaño sería suficiente para detectar una diferencia mínima entre 9 y 10 puntos en la calidad de vida relacionada con la salud entre grupos iguales con una potencia aproximada de 80% y un valor de α de 5% cuando las desviaciones estándar están alrededor de 15 puntos (OpenEpi: Open Source Epidemiologic Statistics for Public Health, Versión.
Criterios de selección
Para el presente estudio, se establecieron los siguientes criterios de inclusión: pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis, con diagnóstico médico confirmado e independencia física, mayores de 18 años y que aceptaron participar mediante la firma del consentimiento informado. Se excluyeron 37 pacientes debido a la presencia de alteraciones auditivas o dificultades para completar el cuestionario, así como a la existencia de patologías graves descompensadas en los tres meses previos a la entrevista personalizada (Figura 1).
Diagrama de flujo de los pacientes en el estudio.

HNRPP: Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé.
Fuente: preparada por los autores sobre la base de los datos del estudio.
Luego de obtener la aprobación del comité de ética del estudio, se solicitó permiso a las autoridades del hospital para la recolección de datos. Para la recolección se explicó previamente el propósito del estudio a aquellos pacientes que acudían a su terapia de reemplazo renal, dejando a su elección la opción de participar en el estudio. Asimismo, se les brindó una descripción del contenido del cuestionario dada por el investigador principal a través de una sesión presencial de aproximadamente 45 minutos. Durante esta sesión, se entregaron instrucciones detalladas sobre la correcta administración del cuestionario, la interacción adecuada con los participantes para resolver dudas y la presentación del estudio para obtener el consentimiento informado.
La recolección de datos se llevó a cabo de manera presencial en la unidad de hemodiálisis del Hospital Nacional Ramiro Prialé Prialé. Los autores asumieron el rol de encuestadores, siendo externos al equipo clínico que atiende a los pacientes en hemodiálisis. Se aplicó una encuesta que, mediante la técnica documental, abordó una ficha de recolección de información relevante y datos sociodemográficos, así como el cuestionario SF-36 a través de la técnica PAPI (Paper And Pencil Interviewing, entrevistas personales con papel y lápiz) [15].
Antes del reclutamiento de pacientes, se realizó una prueba piloto en otro hospital nacional con unidad de hemodiálisis. Este centro no participó en el estudio final, debido a que pertenece a un sistema de salud diferente. En la prueba piloto se identificaron áreas de mejora a partir de las recomendaciones de los participantes, lo que permitió realizar ajustes en el instrumento final.
La encuesta se aplicó a los pacientes al momento de su llegada a la unidad de hemodiálisis, independientemente de si provenían de su domicilio o estaban hospitalizados por causas no renales. La realización de la encuesta tuvo lugar durante la sesión de hemodiálisis, cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad establecidas. El tiempo estimado para completar la encuesta fue de 20 a 25 minutos.
Una vez recolectada la información de los pacientes, esta fue ingresada en una base de datos de Microsoft Excel por los autores, preparándose para las etapas posteriores de análisis. En caso de identificarse alguna inconsistencia en los datos, un segundo autor fue responsable de revisar las encuestas originales para asegurar la exactitud de la información.
Instrumentos y variables
La primera página de la encuesta impresa presentada a los participantes contenía la solicitud de consentimiento informado, donde se detallaron aspectos de la investigación y la importancia de su contribución al responder la encuesta.
El cuestionario constó de seis secciones que recolectaron diversas variables. La variable dependiente fue la calidad de vida relacionada con la salud, mientras que las variables independientes incluyeron determinantes psicológicos y socioeconómicos, que se detallan a continuación:
Incluía datos sociodemográficos y una ficha de recolección de datos, donde se describieron la edad (en años), el sexo biológico (femenino o masculino), el tipo de recinto (paciente hospitalizado o ambulatorio) para la diálisis, la causa de la enfermedad renal y los años de tratamiento en hemodiálisis.
Se registraron los salarios económicos (menos del salario mínimo vital, salario mínimo vital o más del salario mínimo vital), la situación laboral (trabajador independiente, dependiente o desempleado) y el nivel educativo (primaria, secundaria o superior).
Se evaluaron las horas de sueño (menor o mayor a seis horas).
Además, se utilizaron los siguientes instrumentos:
Este inventario autoevaluativo está diseñado para estimar dos formas relativamente independientes de la depresión: la depresión como estado (condición emocional transitoria) y la depresión como rasgo (propensión a sufrir estados depresivos). Consta de 20 ítems en los que el encuestado debe indicar la opción que mejor describe su situación, con cuatro opciones de respuesta: “No en absoluto” (1 punto), “Un poco” (2 puntos), “Bastante” (3 puntos) y “Mucho” (4 puntos). Este instrumento permite clasificar los niveles de depresión-rasgo como bajo, medio o alto. La calificación se obtiene mediante la suma de las puntuaciones de los ítems directos e inversos, a cuyo resultado se le suma el valor 50 para lograr que todos los valores sean positivos. Las puntuaciones oscilan entre 20 y 80 puntos para la escala estado; y entre 22 y 88 puntos para la escala rasgo [16].
Esta mini escala tiene como objetivo el tamizaje de desnutrición en pacientes en diálisis crónica y consta de siete ítems. Según la puntuación obtenida, los pacientes se clasifican como malnutridos (0 a 7 puntos), en riesgo de desnutrición (8 a 11 puntos) o con estado nutricional normal (12 a 14 puntos) [17,18].
Este cuestionario evalúa la calidad de vida relacionada con la salud a partir de ocho dimensiones (función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental) y 36 ítems. Evalúa tanto estados positivos como negativos de la calidad de vida relacionada con la salud física y psicológica. Las características métricas incluyen diferentes escalas de puntuación, donde un mayor valor indica una mejor calidad de vida. Se categorizaron las variables en bajo (menos de 25 puntos), moderado (entre 25 y 75 puntos) y alto (más de 75 puntos) [19].
La variable “calidad de vida relacionada con la salud” se estudió con el SF-36, el cual está validado en español y en Perú [19]. La dimensión de depresión se evaluó mediante el IDERE de Martín [16], mientras que la dimensión de alimentación se analizó con el MNA® SF [17]. El nivel socioeconómico se recopiló utilizando una ficha de recolección de datos diseñada por los autores, en la cual se clasificó según la cantidad de salario y se categorizó para facilitar el agrupamiento. Se calculó el coeficiente α de Cronbach para el puntaje total del SF-36 y se obtuvo un valor de 0,82. Para las dimensiones el α de Cronbach estuvo entre 0,66 y 0,92, indicando una buena consistencia interna para el cuestionario aplicado.
Análisis estadístico
Los datos fueron tabulados en Microsoft Excel y luego procesados en STATA versión 17. Se realizó un análisis descriptivo de las variables categóricas a través de frecuencias y porcentajes, mientras que las variables numéricas se describieron utilizando medidas de tendencia central y dispersión. Se llevó a cabo la prueba de normalidad de Kolmogórov-Smirnov (p < 0,05) para los valores del SF-36 totales y todas sus dimensiones. En todos los casos se rechazó la hipótesis de normalidad. Por lo tanto, las comparaciones entre los grupos dados por las variables independientes se realizaron con pruebas no paramétricas. Se realizó un análisis bivariado para comparar las distribuciones de las dimensiones del SF-36 entre los grupos definidos por variables categóricas como sexo, nivel educativo y estado nutricional, utilizando la U de Mann-Whitney para dos grupos y Kruskal-Wallis para más de dos grupos. Por último, Se utilizó un modelo de regresión lineal múltiple para identificar los factores asociados de forma independiente con las dimensiones del SF-36.
Aspectos éticos
La presente investigación recibió la aprobación del Comité Institucional de Ética en Investigación de la Universidad Continental y de la Red Asistencial Junín del Seguro Social EsSalud (Constancia N°28-CIEI-GRAJ-ESSALUD-2022). La participación en el estudio fue completamente voluntaria, y todos los participantes firmaron un consentimiento informado de manera previa. Para asegurar la privacidad y confidencialidad, todos los datos recolectados fueron anonimizados y codificados, lo que permitió un análisis y procesamiento detallado sin poner en riesgo la identidad de los participantes. Estos datos se almacenaron de forma segura y solo estuvieron disponibles para el equipo de investigación autorizado. Además, la investigación se llevó a cabo en cumplimiento de los principios éticos de autonomía, beneficencia y justicia, garantizando un manejo responsable y ético de la información sensible.
Resultados
De los 88 encuestados, 60 (68,2%) eran varones y 28 (31,8%) eran mujeres. La edad promedio fue de 63,5 años, con una desviación estándar de 9,32. Las principales causas de enfermedad renal crónica fueron la hipertensión arterial, que afectó a 41 pacientes (46,6%), seguida de la diabetes mellitus en 30 pacientes (34,1%), uropatía obstructiva en cuatro pacientes (4,5%) y causas no filiadas en seis pacientes (6,8%). Respecto a la duración del tratamiento en hemodiálisis, 71 pacientes (80,7%) llevaban menos de 5 años en hemodiálisis, 13 pacientes (14,8%) de 6 a 10 años, y 4 pacientes (4,5%) habían estado en tratamiento entre 11 y 15 años (Tabla 1).
La Tabla 2 muestra los factores estudiados en relación con los resultados medidos que indican calidad de vida relacionada con la salud usando las pruebas no paramétricas U de Mann Whitney o Kruskal Wallis; de tal manera, que con respecto al desenlace vitalidad se observa diferencia estadísticamente significativa entre los grupos de personas estratificadas según sexo (p = 0,049) y nivel educativo (p = 0,01). Al evaluar el outcome rol emocional se encuentra diferencia entre los grupos según estado nutricional (p = 0,038). Con la muestra incluida no se logró encontrar otras diferencias significativas entre los grupos dados por el resto de las variables independientes respecto a los puntajes del SF-36 total o sus dimensiones.
Debido a las características del estudio y la múltiple interacción entre variables se decidió incluir en el modelo multivariado a todas las variables independientes incluidas en el estudio. La regresión resultado del análisis multivariado se muestra en la Tabla 3. Al analizar los grupos que previamente mostraron tener diferencia estadística se observó que al analizar el desenlace vitalidad según nivel educativo, los pacientes con estudios secundarios se estima que tienen 17,3 puntos menos de vitalidad en promedio, que los que tuvieron estudios primarios o menores. No se obtuvo diferencia estadística significativa entre sexos en el análisis multivariado. Con respecto al rol emocional según estado nutricional, los pacientes con un estado nutricional normal se estima que tienen 37,1 puntos más en promedio, del rol emocional que los pacientes en desnutrición. Otras variables que mostraron significancia estadística (p < 0,05) en el análisis multivariado fueron el dolor y el rol físico según estado nutricional. También se identificó que los pacientes en riesgo de desnutrición tuvieron una diferencia estimada promedio de 16,8 puntos más en la dimensión dolor que los que sufrían desnutrición, y se estima que los pacientes con estado nutricional normal tienen 26,5 puntos menos en promedio en el rol físico que los pacientes con desnutrición. Es importante resaltar que estos últimos dos resultados no mostraron significancia estadística en el análisis bivariado, valor que podría cambiar si se incluyen más sujetos en el estudio.
Discusión
Diversos estudios como los realizados en Brasil y en los países del grupo PDOPPS (Peritoneal Dialysis Outcomes and Practice Patterns Study) que incluyen a Australia, Canadá, Japón, Reino Unido y Estados Unidos demuestran que las mujeres en terapia de reemplazo renal presentan una baja calidad de vida relacionada con la salud en comparación con los hombres. Esto podría deberse a que las mujeres soportan una mayor carga social que los hombres, asumiendo más responsabilidades dentro de su círculo social. Esta carga social se agrava con la edad, ya que las generaciones posteriores suelen depender de ellas para su cuidado. Este fenómeno se observa tanto en pacientes en terapia de reemplazo renal como en la población general [20,21,22]. En Perú, específicamente en Ica, Gadea y Campos describen que los pacientes en hemodiálisis obtuvieron calificaciones que oscilaron entre regulares y bajas en las dimensiones del estado funcional de la calidad de vida relacionada con la salud, así como en las dimensiones física, social y emocional [23]. Sin embargo, no describen diferenciación de sexo. En investigaciones recientes, se ha evidenciado que el género masculino influye positivamente en la calidad de vida relacionada con la salud y los cuidados en hemodiálisis, por lo que en general presentan una mejor calidad de vida en comparación con las mujeres [22,24]. Empero, en la presente investigación no se presenta el mismo escenario, ya que estadísticamente no se encontró una correlación alguna entre el sexo y las dimensiones del SF-36.
El 9,1% de los pacientes son independientes laboralmente, mientras que los demás son dependientes o no laboran. Este resultado probablemente se deba a que la enfermedad renal crónica es una condición discapacitante que limita la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes, además de hacerles perder años de vida productiva [25].
La causa principal de enfermedad renal crónica en este estudio fue la hipertensión arterial con 46% de los pacientes, hallazgo encontrado también en otro estudio realizado en Huancayo [26], seguida de la diabetes con un 34,1%. Esta última patología, probablemente esté asociada a factores fisiológicos de la altura, ya que en altura se tiene una mayor efectividad de la insulina y se tiende a la hipoglucemia. Es por esta razón que se sugiere a los pacientes diabéticos que disminuyan la dosis de insulina cuando se desplazan a altura, para evitar el posible riesgo de hipoglucemia [26,27].
Un hallazgo importante en el presente estudio es que el 80,7% de los pacientes llevan menos de 5 años en hemodiálisis, el 14,8% entre 6 y 10 años, y solo el 4,5% más de 10 años. Esto puede explicarse por el alto riesgo de mortalidad en este tipo de pacientes. Estudios realizados en España y Estados Unidos indican que la supervivencia a los cinco años es del 42% [28,29].
El presente estudio encontró que los pacientes en hemodiálisis tienen un puntaje total promedio del SF-36 entre 45 y 52 puntos, indicando un nivel regular de calidad de vida relacionada con la salud. Además, se observó que las categorías más bajas se encuentran en las dimensiones de salud general, rol emocional y rol físico, con promedios de 43,5; 42,0 y 25,7 respectivamente. Otros estudios respaldan estos hallazgos, señalando que el rol físico es la dimensión más deteriorada, ya que estos pacientes perciben que su salud física interfiere en sus actividades diarias, disminuye su rendimiento y limita su capacidad para realizar otras actividades [30].
El nivel educativo mostró asociación significativa con la vitalidad tanto en el análisis bivariado como multivariado. Esta observación coincide con los hallazgos de Ebrahimi et al, quienes mencionan el impacto positivo de la educación sobre la calidad de vida relacionada con la salud de pacientes en terapia dialítica [31]. Además, varios estudios han encontrado una correlación negativa entre baja educación, menor salario y condiciones socioeconómicas desfavorables, factores que pueden afectar negativamente la adherencia al tratamiento y la comprensión de este [32,33].
Se ha encontrado una asociación estadísticamente significativa entre el estado nutricional y la dimensión del rol emocional. Esta observación se respalda en estudios previos realizados por Cepeda et al en República Dominicana [34], Yixin et al en China [35] y Visiedo et al en España [36], entre otros. En general, estos estudios indican que los pacientes con un estado nutricional normal tienden a mostrar una mejoría en su rol emocional, lo cual podría contribuir a una mejor funcionalidad en aquellos sometidos a hemodiálisis [37].
Se estableció una relación entre las horas de sueño y el rol emocional, ya que una calidad adecuada de sueño es fundamental como factor determinante de salud y como componente esencial para una buena calidad de vida relacionada con la salud. Esto no se limita solo a dormir bien durante la noche, sino que también implica un buen funcionamiento durante el día. Se encontró que las alteraciones del sueño pueden tener un impacto directo en la salud mental de los pacientes, provocando síntomas de depresión o ansiedad, lo cual a su vez puede afectar el rol emocional [38]. Por otra parte, Ynga Hidalgo resalta que los pacientes en hemodiálisis enfrentan diversas fuentes de estrés que provocan síntomas desagradables, tanto por la enfermedad como por el tratamiento, lo que debilita la percepción de su calidad de vida relacionada con la salud mostrando un promedio bajo de calidad de vida relacionada con la salud [39], resultados que son similares a este estudio. Es por ello que se sugiere terapia no farmacológica adyuvante como cognitivo-conductual, técnicas de relajación, ejercicio regular [40,41,42], para la mejora de la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con hemodiálisis.
Marín López llevó a cabo un estudio en España que reveló que la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes en hemodiálisis se ve principalmente influenciada por factores como la depresión, la actividad, la edad y las comorbilidades. Por consiguiente, las intervenciones dirigidas a mejorar la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con enfermedad renal crónica avanzada, deberían enfocarse en fomentar la actividad física y en la atención a la salud mental de los pacientes [43].
Es importante considerar que dentro de las limitaciones de este estudio se evidencia el tamaño de muestra reducido, y la posibilidad de otras variables no consideradas como factores psicológicos (ansiedad, depresión) o factores vinculados con el tratamiento renal. Es por ello que se recomienda realizar investigaciones adicionales con modelos ajustados para validar y ampliar estos hallazgos. En el análisis bivariado, algunas asociaciones no alcanzaron significancia estadística. Sin embargo en el modelo multivariado, al controlar por variables adicionales, estas relaciones resultaron estadísticamente significativas.
De igual forma, el tamaño muestral reducido también podría limitar la generalización de los hallazgos. Además, la falta de normalidad de las variables podría haber afectado la interpretación de los resultados.
Uno de los principales desafíos en este estudio fue el uso de la regresión múltiple que no sigue una distribución normal. Para futuros trabajos, sería recomendable explorar modelos estadísticos alternativos o realizar transformaciones en las variables.
Conclusiones
La presente investigación muestra hallazgos significativos sobre la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes sometidos a hemodiálisis, quienes en general presentan un puntaje total de calidad de vida relacionada con la salud de bajo a moderado.
En estos pacientes se identifican factores que se correlacionan de forma negativa con la calidad de vida relacionada con la salud, como el sexo masculino, nivel educativo bajo, desnutrición y mal estado emocional.
Estos resultados son útiles para informar intervenciones y políticas en salud dirigidas a mejorar la calidad de vida de los pacientes en hemodiálisis.
