Estudios originales
← vista completaPublicado el 24 de septiembre de 2025 | http://doi.org/10.5867/medwave.2025.08.3111
Estudio observacional del perfil de pacientes operados de artroplastia de cadera y rodilla en hospitales públicos chilenos financiados mediante Grupos Relacionados por Diagnóstico, de 2019 a 2023
Observational study of the profile of patients undergoing hip and knee arthroplasty in Chilean public hospitals funded through Diagnosis-Related Groups, from 2019 to 2023
Resumen
Introducción La artrosis de cadera y rodilla es una causa frecuente de discapacidad, con alto impacto social y económico. La artroplastia total de cadera y de rodilla son intervenciones costo-efectivas que mejoran la calidad de vida. Sin embargo, el acceso oportuno a estas cirugías en el sistema público chileno sigue siendo limitado. Desde 2019, el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico permite financiar procedimientos quirúrgicos hospitalarios ajustando el pago según la complejidad. El objetivo de este estudio fue describir el volumen por hospital, el perfil clínico de los pacientes y la situación de financiamiento de las artroplastias realizadas entre 2019 y 2023, en hospitales públicos bajo el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico.
Métodos Estudio observacional, transversal y retrospectivo. Se analizaron todos los procedimientos codificados como artroplastia total de cadera o artroplastia total de rodilla primarias registrados en la base de Grupos Relacionados por Diagnóstico del Fondo Nacional de Salud (FONASA) entre enero de 2019 y septiembre de 2023. Se extrajeron variables clínicas, demográficas, geográficas y económicas. Las comorbilidades se identificaron mediante la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10° revisión (CIE-10).
Resultados Se realizaron 29 409 artroplastias primarias y 1993 revisiones. El volumen quirúrgico disminuyó en 2020 y se recuperó progresivamente. La productividad hospitalaria varió entre regiones. Un tercio de las artroplastias totales de cadera se realizaron en menores de 65 años. Las comorbilidades más frecuentes fueron hipertensión (43,4%) y diabetes (16,6%). El reembolso promedio de las revisiones fue similar al de las cirugías primarias.
Conclusiones Existen inequidades territoriales en el acceso a las artroplastias totales de cadera y rodilla. Se identificó un posible subregistro de comorbilidades y un subfinanciamiento de las revisiones, lo que refuerza la necesidad de ajustes específicos en el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico. A futuro, se requiere mejorar la calidad de la codificación, ampliar la cobertura financiera para pacientes excluidos de las Garantías Explícitas en Salud e incorporar ajustes tecnológicos que reflejen adecuadamente los costos de las revisiones, con el fin de avanzar hacia un acceso equitativo y sostenible a estas cirugías.
Ideas clave
- El análisis de las artroplastias de cadera y rodilla mediante el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico permite caracterizar el perfil epidemiológico y clínico de los pacientes, junto con dimensionar la carga económica y los patrones de atención asociados. Este enfoque es muy relevante frente al envejecimiento poblacional, la alta prevalencia de comorbilidades crónicas y la incorporación de tecnologías médicas de alto costo.
- La información analizada en este trabajo, permite realizar una caracterización robusta del desempeño del sistema público de salud en esta área, y constituye una base útil para orientar políticas de cobertura, asignación de recursos y planificación sanitaria.
- El análisis se sustentó en una base administrativa, lo que limita el detalle clínico y presenta un subregistro de comorbilidades.
Introducción
La artrosis de cadera y rodilla deteriora significativamente la calidad de vida, especialmente la función física, el dolor y la participación social. Además, se asocia frecuentemente con aislamiento social, malestar psicológico y mayor vulnerabilidad en adultos mayores con comorbilidades [1,2]. Dado el envejecimiento de la población, se proyecta un aumento sostenido en la prevalencia de estas patologías, fenómeno que afecta también a Latinoamérica [3]. En Chile, según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, la prevalencia estimada de artrosis de rodilla en mayores de 65 años fue de 13,6% (intervalo de confianza 95%: 10,8 a 17,0%) y de 20,4% (intervalo de confianza 95%: 16,8 a 24,5%) para artrosis de cadera [4].
La artroplastia total de cadera y de rodilla han demostrado ser intervenciones costo-efectivas, con impacto positivo en la calidad de vida, al reducir el dolor y mejorar la función global de los pacientes [5,6,7,8]. Sin embargo, el acceso oportuno a estas cirugías en sistemas de salud públicos continúa siendo un desafío, especialmente en contextos de alta demanda asistencial como el chileno. Aunque la frecuencia anual de artroplastias totales de cadera y de rodilla ha aumentado sostenidamente entre 2004 y 2019, Chile se ubica entre los últimos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto a número de cirugías realizadas y tiempos de espera asociados [9]. Además, estudios recientes han evidenciado una migración creciente de pacientes con cobertura pública hacia el sector privado, con un aumento significativo del gasto de bolsillo para acceder a estas intervenciones [10].
El sistema de salud chileno está conformado por un componente público, financiado principalmente por el Fondo Nacional de Salud (FONASA), y un componente privado. En los últimos años, el sector público ha impulsado modelos de financiamiento basados en eficiencia, siendo el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico uno de los principales avances en esta materia. Implementado en 2019, el Grupo Relacionado por Diagnóstico asigna recursos hospitalarios según la evaluación, la complejidad y los procedimientos realizados, permitiendo una gestión más transparente, basada en evidencia y comparables entre establecimientos [11,12]. Este modelo ha favorecido el monitoreo del desempeño institucional y constituye una herramienta estratégica para la toma de decisiones en políticas públicas, especialmente en cirugías de alto volumen como la artroplastia total de cadera y de rodilla [13].
El análisis de estas intervenciones quirúrgicas a través de Grupos Relacionados por Diagnóstico permite no solo caracterizar el perfil epidemiológico y clínico de los pacientes beneficiarios, sino también dimensionar la carga económica y los patrones de atención asociados. Este enfoque resulta especialmente relevante frente al envejecimiento poblacional, la alta prevalencia de comorbilidades crónicas y la creciente incorporación de tecnologías médicas de alto costo, como los implantes protésicos. Para garantizar su inclusión oportuna en el sistema de financiamiento, se han desarrollado mecanismos complementarios como el ajuste de tecnología, que permite adecuar el pago en casos donde el peso de los Grupos Relacionados por Diagnóstico no refleja completamente el costo real del tratamiento [11]. Esta estrategia es clave para mantener la sostenibilidad financiera del sistema, promover la equidad en el acceso y asegurar una regulación eficiente del uso de tecnologías sanitarias, tal como ha sido documentado en la literatura internacional sobre políticas de salud y evaluación de tecnologías [14].
Este estudio tiene como propósito describir de manera integral el volumen, distribución y características clínicas y económicas de las artroplastias totales primarias de cadera y rodilla, realizadas en hospitales públicos chilenos entre 2019 y 2023. Se busca cuantificar el número anual de procedimientos y analizar su distribución por establecimiento, con el objetivo de identificar posibles brechas de acceso a nivel país. Asimismo, se describe la edad de los pacientes al momento de la cirugía, con especial énfasis en los casos de artroplastia de cadera en menores de 65 años, grupo que representa una cohorte de alto impacto funcional y social. Se caracterizan también las comorbilidades reportadas mediante la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10° revisión (CIE-10). Estas son determinantes tanto para la planificación quirúrgica como para la estratificación de riesgo y el cálculo del peso de los Grupos Relacionados por Diagnóstico, que condiciona el financiamiento asignado a cada episodio. Finalmente, se estima el costo promedio de reembolso para cada tipo de procedimiento, proporcionando información clave para la evaluación del desempeño del sistema y la planificación de políticas sanitarias.
Métodos
Este es un estudio observacional de tipo transversal, con enfoque retrospectivo, basado en el análisis de la base de datos abierta publicada por el Fondo Nacional de Salud. Ella recopila los registros de prestaciones realizadas por los 68 hospitales públicos financiados mediante el sistema de Grupos Relacionados por Diagnóstico entre los años 2019 y 2023. La base de datos se encuentra disponible en la página web del Fondo Nacional de Salud, que corresponde a la seguradora de salud pública (disponible en
Fueron incluidos todos aquellos procedimientos entre el 1 de enero de 2019 y el 4 de septiembre de 2023 (244 semanas), identificados en la base de datos con los códigos generales de procedimientos:
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81.51: sustitución cadera total.
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81.52: sustitución cadera parcial.
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81.53: revisión sustitución cadera.
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81.54: sustitución rodilla total.
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81.55: revisión sustitución rodilla.
Fueron excluidos todos aquellos pacientes cuyo diagnóstico principal era una fractura de cadera o rodilla mediante los códigos de CIE-10: S72 (fractura de fémur) y S82 (fractura de rótula o tibia). Fueron eliminados 9939 por fracturas alrededor de la cadera, 16 por fracturas alrededor de la rodilla y 21 por ambos.
En términos generales, una artroplastia primaria corresponde a la primera implantación de una prótesis en una articulación, ya sea de cadera o rodilla. En tanto, una artroplastia de revisión implica la sustitución parcial o total de una prótesis previamente implantada, habitualmente debido a complicaciones como aflojamiento, infección, desgaste o falla mecánica. Durante el proceso de revisión y análisis de la base de datos se identificaron centros que codifican con códigos generales con y sin códigos específicos. Para efectos del presente estudio, se definió que aquellos procedimientos con códigos generales de artroplastia de cadera o rodilla primaria (81.51, 81.52, 81.54) con o sin códigos específicos, serán considerados pacientes que fueron intervenidos con cirugía primaria. Fueron considerados revisiones de rodilla o cadera aquellos procedimientos codificados con los códigos generales 81.53 y 81.55, y aquellos procedimientos sin código general, pero con los códigos específicos de revisión. Los sesgos se discuten junto con las limitaciones. La Tabla 1 muestra la distribución de procedimientos encontrados posterior a aplicar los criterios de inclusión y exclusión.
Para el análisis fueron extraídas las siguientes variables: edad (en años), sexo (femenino/masculino), hospital en que se realizó el procedimiento y su ubicación geográfica, diagnóstico principal codificado mediante CIE-10, duración de la estadía hospitalaria (en días), y el costo asociado al episodio según el valor de reembolso registrado por el Fondo Nacional de Salud para cada Grupo Relacionado por Diagnóstico. Asimismo, se identificaron comorbilidades relevantes reportadas mediante códigos CIE-10, incluyendo: hipertensión arterial (I10, I11.0, I11.9, I12.0, I13.1, I15.0, I15.1), diabetes mellitus (E10.2, E10.5, E10.6, E10.8, E10.9, E11.2, E11.3, E11.4, E11.5, E11.6, E11.7, E11.8, E11.9, E13.9, E14.9, H36.0, N08.3, G63.2), hipotiroidismo (E03.2, E03.4, E03.8, E03.9, E89.0), obesidad (E66.0, E66.2, E66.8, E66.9), asma (J45.0, J45.1, J45.8, J45.9, J46), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (J44.0, J44.1, J44.8, J44.9), trastornos del ánimo (F31.9, F32.0, F32.1, F32.2, F32.3, F32.8, F32.9, F33.2, F33.4, F33.8, F33.9, F34.1, F34.9, F38.8, F39), fibromialgia (M79.70, M79.78, M79.79), artritis reumatoide (M05.09, M05.39, M05.96, M05.98, M06.86, M06.88, M06.89, M06.90, M06.95, M06.96, M06.97, M06.98, M06.99), alergia a penicilina (Z88.0) y uso de tabaco (F17.1, F17.2, Z72.0, Z87.891, Z71.6, T65.2, O99.33, P96.81). Estas variables permitieron caracterizar el perfil clínico y demográfico de los pacientes intervenidos, así como evaluar la distribución geográfica y financiera de las artroplastias realizadas en el sistema público. La productividad de cada hospital se calculó dividiendo el número de cirugías en cada centro entre el número de semanas que hay entre el 1 de enero de 2019 y el 4 de septiembre de 2023 (244), lo que da el número de cirugías promedio por semana.
Los datos fueron procesados y organizados utilizando Microsoft Excel, y los análisis descriptivos se realizaron con el software Stata versión 17.
Resultados
Fueron incluidos un total de 29 409 procedimientos, de los cuales, 18 263 corresponden a artroplastia total de cadera (62,1%) y 11 146 a artroplastia total de rodilla (37,9%). El año 2023 fue el año en el cual hubo más procedimientos totalizando 9205 (31,3%), luego 2019 con 8241 (28,0%). Con eso, vemos que después de la pandemia de COVID-19, recién en el año 2023 se recuperó el volumen de artroplastia prepandemia (Figura 1). El porcentaje de revisiones en artroplastia de cadera es de 8,3% mientras que 4,3% en rodilla respecto al número total, mientras que la relación entre artroplastia primaria de rodilla respecto al total de primarias es de 39% (Tabla 2).
Número de procedimientos de artroplastia de rodilla y cadera entre 2019 y 2023.

Respecto a la edad promedio de los pacientes, se observa que el promedio de edad fue de 64,4 años (desviación estándar: 12,9) en artroplastia de cadera primaria, siendo el 44,8% menores de 65 años. En artroplastia de rodilla primaria el promedio de edad fue de 68,9 años (desviación estándar: 9,1), y el 38,2% eran menores de 65 años. Aquellos pacientes que fueron operados por revisión de cadera tenían en promedio tres años más que los casos primarios (promedio: 67,5; desviación estándar: 14,5), mientras que en rodilla eran un año más joven (promedio: 67,4; desviación estándar: 12,9). Las mujeres predominan en todos los escenarios, desde 67,4% en revisión de cadera, 62% en rodilla primaria, 59,9% en cadera primaria y finalmente 57,9% en revisión de rodilla.
La mediana de estadía hospitalaria fue de tres días tanto para cadera primaria (rango: 1 a 255; rango intercuartílico: 2 a 4) como para rodilla primaria (rango: 1 a 218; rango intercuartílico: 2 a 4). En tanto para las revisiones, la estadía hospitalaria aumenta a ocho días en cadera (rango: 1 a 341; rango intercuartílico: 4 a 21) y siete en rodilla (rango: 1 a 325; rango intercuartílico 4 a 17).
Respecto a la productividad por hospital, 52 hospitales reportaron al menos una artroplastia en el periodo (52 de 68 hospitales incluidos, 76%), mientras que 43 hospitales reportaron al menos una artroplastia de rodilla (43 de 68, 63%). Durante el periodo analizado, dos hospitales superaron los 1000 procedimientos de artroplastia total de cadera primaria: el Hospital Dr. César Garavagno Burotto (Talca) y el Hospital San Pablo (Coquimbo). Asimismo, cinco hospitales alcanzaron un promedio igual o superior a tres procedimientos semanales. En cuanto a la artroplastia total de rodilla primaria, solo un hospital superó las 1000 intervenciones durante el período: el Hospital Clínico Metropolitano La Florida Dra. Eloísa Díaz Inzunza, que además fue el único centro con un promedio superior a cuatro procedimientos semanales (4,43). Solo un hospital más (Hospital Dr. César Garavagno Burotto, Talca) alcanzó un promedio superior a tres procedimientos por semana. Las Tabla 3 y Tabla 4 presentan los 25 hospitales con mayor volumen de cirugía primaria de cadera y rodilla, respectivamente.
En la caracterización clínica de los pacientes sometidos a artroplastia total primaria, se observaron diferencias notables en la frecuencia de comorbilidades entre los procedimientos de rodilla y cadera (Figura 2). En el grupo de artroplastia total de rodilla, las comorbilidades más frecuentes fueron hipertensión arterial (56,9%), diabetes mellitus (21,7%), hipotiroidismo (13,8%) y obesidad (12,0%). En menor proporción se identificaron trastornos del ánimo (4,2%), asma (4,0%), artritis reumatoide (3,2%), alergia a penicilina (2,4%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (1,8%), fibromialgia (0,9%) y tabaquismo (0,03%). Por su parte, en los pacientes intervenidos con artroplastia total de cadera, las comorbilidades más prevalentes fueron hipertensión arterial (25,2%), diabetes mellitus (11,3%), hipotiroidismo (7,0%) y obesidad (4,8%). También se observó una menor frecuencia de trastornos del ánimo (2,0%), asma (1,9%), artritis reumatoide (1,1%), alergia a penicilina (1,3%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (1,2%), fibromialgia (0,5%) y tabaquismo (0,02%). En general, la presencia de comorbilidades fue más elevada en el grupo artrosis total de rodilla (Tabla 5), lo que podría reflejar diferencias en el perfil clínico de los pacientes según el tipo de procedimiento, o bien podría ser un subregistro.
Frecuencia porcentual de comorbilidades más frecuentes reportadas en artroplastia primaria de cadera y rodilla.

Fuente: preparado por los autores a partir de los resultados del estudio.
Respecto al reembolso promedio por cada procedimiento, se observa que varía según los códigos específicos. La mayoría de los procedimientos primarios fueron sin códigos específicos tanto en rodilla como en cadera. Por esta razón, obtuvieron un promedio similar entre procedimientos ($5 873 313 por cadera y $5 802 309 por rodilla). En cuanto a la revisión sin códigos especiales, se observó que la diferencia en el promedio de reembolso es más de un millón de pesos, siendo $5 563 625 en cadera y $6 693 706 en rodilla. Destaca además que el promedio de una cirugía primaria de cadera está por encima de la revisión. Si bien en rodilla es mayor el reembolso promedio en casos de revisión, la diferencia en el promedio es menor a un millón de pesos (Tabla 6).
Discusión
Los resultados del presente estudio evidencian que, a pesar de un aumento sostenido en el número de artroplastias de cadera y rodilla realizadas en hospitales públicos chilenos entre 2019 y 2023, el volumen de procedimientos sigue siendo bajo en comparación con los países miembros de la OCDE. Según el informe Health at a Glance 2023, Chile ocupa los últimos lugares en número de artroplastias por cada 100 000 habitantes, tanto en rodilla como en cadera, aun cuando posee una población relativamente más joven que otros países miembros de esta organización, este fenómeno no puede atribuirse únicamente a la estructura etaria, sino también a barreras de acceso [15]. Esto es particularmente significativo en el sistema público, donde una proporción importante de pacientes debe recurrir a prestadores privados, incurriendo en gastos directos significativos [10]. Un hallazgo relevante de este estudio es que una proporción considerable de los pacientes intervenidos por artroplastia son menores de 65 años: 44,8% en el caso de cadera y 38,2% en rodilla. Este grupo etario, en plena edad laboral activa, no cuenta con cobertura mediante el régimen de Garantías Explícitas en Salud, ya que la artroplastia de cadera solo está garantizada para mayores de 65 años y la de rodilla no está incluida en absoluto. Cabe destacar que esta política no ha sido revisada desde la promulgación original de la ley en el año 2006 [16]. Es decir, en casi 20 años, a pesar de los cambios demográficos, epidemiológicos y de las necesidades asistenciales de la población. Esta exclusión obliga a dichos pacientes a permanecer en listas de espera fuera del régimen de Garantías Explícitas en Salud, con tiempos considerablemente mayores a los observados en intervenciones garantizadas, afectando su funcionalidad, calidad de vida y participación social [17,18]. Como se ha documentado previamente, los pacientes con seguro público y patologías no consideradas en las Garantías Explícitas en Salud deben esperar significativamente más que aquellos con seguro privado, lo que perpetúa inequidades en el acceso a cirugías de alto impacto funcional [19]. De hecho, Chile presenta una de las medianas de espera más altas para artroplastia de rodilla y cadera en menores de 65 años entre los países de la OCDE, con una mediana de 628 días de espera en artroplastia de rodilla fuera de las Garantías Explícitas en Salud según el último informe internacional [15]. A la luz de estos antecedentes, y considerando la demostrada efectividad clínica y costo-efectividad de estas intervenciones [6,7], resulta urgente reevaluar las políticas de cobertura actuales, ampliando el régimen de Garantías Explícitas en Salud para incluir a pacientes con artrosis severa de cadera menores de 65 años e incorporando la artroplastia de rodilla como una prestación garantizada, independiente de la edad.
Uno de los hallazgos más relevantes de este estudio es la baja frecuencia registrada de comorbilidades importantes como obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus y tabaquismo, en comparación con lo reportado en la literatura internacional. Estas condiciones son altamente prevalentes en pacientes con artrosis y se han vinculado tanto a una mayor progresión radiográfica de artrosis [20], como a un incremento en las complicaciones perioperatorias [21].
En la cohorte del presente estudio, la prevalencia de obesidad fue de 12% en artroplastia total de rodilla y 4,8% en cadera, cifras considerablemente inferiores a las estimadas en estudios internacionales, donde entre 36 y 64% de los pacientes sometidos a estas cirugías presentan obesidad [22,23]. De manera similar, si bien se observó una alta prevalencia de hipertensión en artroplastia de rodilla (56,9%), esta cayó abruptamente en los pacientes con artroplastia de cadera (25,2%). Ello sugiere un subregistro, considerando que estudios internacionales informan prevalencias cercanas al 67,8% en cohortes mixtas [24]. En el caso particular de diabetes, nuestros resultados muestran prevalencias de 21,7% en rodilla y 11,3% en cadera, lo que se alinea con el rango reportado (11 a 20%) en series internacionales, donde también se observa una mayor frecuencia en artroplastia de rodilla que en cadera [25,26,27].
El caso del tabaquismo es particularmente llamativo. Se reportó en menos del 1% de los pacientes, a pesar de que en Chile aproximadamente el 20% de los adultos mayores declara ser fumador [28], y que en registros internacionales se ha documentado una prevalencia entre 8% y 19% en pacientes operados de artroplastia de cadera y rodilla [29,30,31]. Esta tendencia generalizada hacia una menor prevalencia registrada, sugiere un subregistro sistemático de comorbilidades en la base de Grupos Relacionados por Diagnóstico. Esto limita la caracterización clínica real de la población beneficiaria, y podría impactar negativamente en la estimación de riesgos, resultados esperados y asignación de recursos. Este punto es crítico si se considera que todas estas condiciones (obesidad, hipertensión, diabetes y tabaquismo) se han asociado a mayores tasas de complicaciones perioperatorias, incluyendo infección de herida, sepsis, trombosis venosa profunda, neumonía, mayor uso de opioides, prolongación de la estadía hospitalaria, necesidad de revisiones protésicas y aumento de los costos asistenciales [25,32,33,34,35,36,37]. En este contexto, la calidad de la codificación diagnóstica y de comorbilidades adquiere un rol central, ya que determina el peso de los Grupos Relacionados por Diagnóstico y, por ende, el monto de reembolso que recibe cada establecimiento. Un subregistro de condiciones relevantes como obesidad, diabetes o tabaquismo puede llevar a una infraestimación del riesgo clínico, y a una menor asignación de recursos económicos. Por consiguiente, se afecta la planificación perioperatoria y la viabilidad financiera de los establecimientos financiados por Grupos Relacionados por Diagnóstico. La adecuada codificación clínica no solo permite reflejar con mayor precisión la complejidad del caso, sino que también es una herramienta clave para una asignación de recursos más justa y basada en la realidad asistencial.
Por otro lado, nuestros resultados muestran que recién en 2023 se alcanzó y superó el volumen quirúrgico prepandémico observado en 2019. Esta recuperación tardía refleja el profundo impacto que tuvo la pandemia por COVID-19 sobre la actividad quirúrgica electiva, en particular en el sistema público. De acuerdo con análisis previos, la artroplastia de rodilla se redujo en 64% y la de cadera en 41% durante el año 2020, en comparación con el año anterior [38]. Si bien el sistema ha mostrado cierta capacidad de recuperación, aún se desconoce la magnitud real del retraso acumulado y su efecto en los resultados clínicos y sociales de los pacientes en lista de espera.
Adicionalmente, el análisis evidenció una alta concentración de procedimientos en un número reducido de hospitales, con solo dos establecimientos que superan los mil casos de artroplastia total de cadera y uno en rodilla durante el periodo analizado. Por una parte, centros de alto volumen tienden a tener mejores resultados funcionales, sobrevida de las prótesis y menor tasa de complicaciones [39].
Sin embargo, esta disparidad en el volumen quirúrgico refleja importantes desigualdades en la capacidad resolutiva del sistema público a nivel territorial, lo que se traduce en brechas de acceso. En las regiones con menor volumen quirúrgico, los pacientes enfrentan barreras adicionales de acceso, lo que se traduce en mayores demoras, progresión de la discapacidad y un impacto funcional y socioeconómico significativo, especialmente en quienes se encuentran en edad laboral activa [17,18]. Ante estos hallazgos, resulta imprescindible avanzar hacia un modelo de gestión que incorpore indicadores de desempeño quirúrgico, como el volumen anual de artroplastias por hospital ajustado por población beneficiaria. Este enfoque permitiría monitorear inequidades territoriales, orientar estratégicamente los recursos y establecer estándares mínimos de producción que garanticen un acceso equitativo y oportuno a nivel nacional.
De forma complementaria, se requiere fortalecer la capacidad resolutiva de los centros con baja productividad mediante estrategias como la capacitación de equipos quirúrgicos, la implementación de protocolos de alta precoz y la optimización del uso de pabellones, con el fin de mejorar la eficiencia sin comprometer la calidad asistencial [40,41]. La adopción de estos estándares también facilitaría una evaluación más transparente del desempeño institucional. Además, con ello se generan incentivos para la mejora continua y se respaldan decisiones informadas sobre inversión en infraestructura y dotación de recursos humanos especializados.
Otro aspecto crítico identificado en este estudio es el relacionado con el financiamiento. Nuestros resultados muestran que el reembolso promedio asociado a las revisiones de artroplastia de cadera y rodilla es similar al de una artroplastia primaria, a pesar de que el costo real de una revisión es considerablemente mayor [42,43]. Solo el costo del implante utilizado en una cirugía de revisión puede triplicar el valor del utilizado en una cirugía primaria, sin considerar la mayor complejidad quirúrgica y prolongación de la estadía hospitalaria. Esta discrepancia ha generado históricamente un desincentivo para la realización de revisiones complejas en el sistema público. Sin embargo, en el año 2025 se aprobó un ajuste tecnológico específico para procedimientos de revisión de artroplastia, lo que permite subsanar en parte el déficit financiero previo. Este cambio es coherente con nuestros hallazgos, que muestran que el costo promedio observado previo a la implementación del ajuste no reflejaba las exigencias técnicas ni económicas reales de este tipo de cirugía. En consecuencia, esta nueva política de financiamiento representa un avance importante hacia una mejor equidad y sostenibilidad del sistema de salud pública.
Este estudio presenta algunas limitaciones inherentes al uso de bases de datos administrativas. En primer lugar, la calidad de los datos depende de la precisión y exhaustividad del registro clínico, así como de la codificación realizada en cada hospital. Ello podría explicar el subregistro observado en ciertas comorbilidades de alta prevalencia. En segundo lugar, la base de Grupos Relacionados por Diagnóstico no incluye variables clínicas detalladas como el tipo de implante utilizado, el abordaje quirúrgico, la indicación específica de la cirugía (por ejemplo, fractura versus artrosis), ni escalas funcionales preoperatorias, lo que limita el análisis de resultados clínicos más finos. Asimismo, el estudio se restringe a procedimientos realizados en hospitales públicos, por lo que no contempla el volumen total de artroplastias financiadas mediante otros mecanismos, como seguros privados o convenios externos con prestadores privados. Todo ello podría subestimar la carga real de enfermedad a nivel país. A pesar de estas limitaciones, la información analizada permite una caracterización robusta del desempeño del sistema público de salud en esta área, y constituye una base útil para orientar políticas de cobertura, asignación de recursos y planificación sanitaria.
Conclusiones
El presente estudio proporciona una visión integral del volumen, distribución geográfica, perfil clínico y situación de financiamiento de las artroplastias totales primarias de cadera y rodilla, realizadas en hospitales públicos chilenos entre 2019 y 2023. Los hallazgos evidencian una recuperación progresiva del volumen quirúrgico posterior al impacto de la pandemia por COVID-19. Sin embargo, persisten marcadas diferencias entre establecimientos en el número de procedimientos realizados, lo que sugiere inequidades territoriales en el acceso a esta prestación.
Asimismo, el análisis demográfico reveló una proporción considerable de pacientes menores de 65 años sometidos a artroplastia total de cadera, lo que destaca la carga funcional y económica de la enfermedad articular en población laboralmente activa.
En cuanto al perfil de comorbilidades, se identificó una alta frecuencia de condiciones relevantes como hipertensión y diabetes. Asimismo, también se sugiere un posible subregistro de patologías prevalentes como obesidad y tabaquismo, las cuales tienen implicancia directa en la planificación quirúrgica, el riesgo perioperatorio y el cálculo del peso de los Grupos Relacionados por Diagnóstico. Esta limitación en la codificación podría traducirse en una estimación inadecuada del financiamiento asignado.
Finalmente, el estudio documenta que, hasta antes del año 2025, los procedimientos de revisión articular eran financiados de manera similar a las cirugías primarias, a pesar de su mayor complejidad y requerimientos técnicos. La incorporación del ajuste tecnológico en febrero de 2025 para artroplastias de revisión y tumorales representa un avance sustantivo hacia una asignación de recursos más equitativa y alineada con la realidad clínica, contribuyendo al fortalecimiento de la autogestión de los centros de salud del sistema público de Chile.
