Editorial

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Las cifras de la desigualdad de Chile en salud

Inequality in health – OECD statistics for Chile

Resumen

Hace un par de años Chile fue aceptado en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). El único otro país de América Latina miembro de la OCDE es México. A partir de esta incorporación, en Chile podemos ver comparativamente cómo estamos con respecto de los demás miembros. Según cifras que recopiló Salud Un Derecho, un movimiento ciudadano de Chile que aboga por la reposición de la solidaridad en el financiamiento de la salud y que presentó un informe llamado “Las Cifras de la Desigualdad de la Salud en Chile”, la situación de la salud no se presenta en términos favorables, apareciendo como profundamente desigual.

Editorial

Hace un par de años Chile fue aceptado como parte de la OCDE (Organización por la Cooperación para el Desarrollo Económico). El único otro país de América Latina miembro de la OCDE es México. Gracias a las cifras de comparación entre los diferentes países, en Chile ya podemos ver cómo estamos con respecto de los demás miembros. Según cifras que recopiló Salud Un Derecho, un movimiento ciudadano de Chile que aboga por la reposición de la solidaridad en el financiamiento de la salud, y que presentó en un informe que publicaron el 25 de julio llamado “Las Cifras de la Desigualdad de la Salud en Chile”, la situación del país no se presenta en términos favorables, ya que se aprecian indicadores de profunda desigualdad en salud.

Estructura del gasto en salud en Chile

El informe explica que en Chile el gasto en salud se financia por medio de las cotizaciones legales y obligatorias de los trabajadores, equivalente al 7% del sueldo; estas cotizaciones se colocan en fondos de seguros de salud que se diferencian entre uno público (Fondo Nacional de Salud, FONASA) y otros privados (ISAPRE). Estos fondos no son solidarios entre sí. Salud Un Derecho señala que los afiliados a los seguros privados de salud aportan montos adicionales de su sueldo para cubrir los planes de salud privados que son más caros.

Otra fuente de financiamiento del gasto en salud en Chile son los aportes directos que hace el Estado tomando recursos recaudados por impuestos generales.

Una tercera y muy importante fuente de financiamiento que menciona el informe es el gasto de bolsillo “que incluye compra de remedios, pago de exámenes no cubiertos por los seguros de salud y copago a las prestaciones en salud como hospitalizaciones y consultas médicas”.

Por último, también hay recursos aportados por los empleadores y por presupuesto de las fuerzas armadas.

Según muestran las cifras, la principal fuente de financiamiento de la salud en Chile es precisamente el gasto de bolsillo, representando el 40% del gasto total en salud; el 35% de los recursos disponibles para salud provienen de las cotizaciones (que van tanto al fondo público como a los privados); y el Estado aporta el 25% de los recursos que se gastan en salud.

La suma de estos financiamientos representa aproximadamente el 7% del PIB de Chile, y el informe concluye que la principal fuente de financiamiento de la salud proviene del gasto de las familias.

Desglose del gasto en salud y desigualdad

A continuación, el informe indica que del subcomponente del gasto que se canaliza en los fondos de seguros de salud -que suma el 6,9% del PIB- un 2,4% del PIB está constituido por cotizaciones a fondos privados y gasto de bolsillo de afiliados a los seguros privados. Por otra parte, el financiamiento de los beneficiarios de FONASA concentra el 4,5% del PIB, que incluye las cotizaciones, los gastos de bolsillo y el aporte fiscal.

El problema que se plantea, y razón por la cual el informe es crítico de la situación de la salud en Chile, es que el 2,4% del PIB que se gasta en los beneficiarios de los seguros privados de salud cubre al 16,3% de la población, mientras que el 4,5% del PIB correspondiente al fondo público beneficia al 73,5% de la población, lo que da un per cápita de casi el doble a favor de los beneficiarios de los seguros privados con respecto de los beneficiarios del seguro público. Se señala que éste es un factor de desigualdad, lo que queda demostrado por el negativo coeficiente Gini que caracteriza a Chile en comparación con muchos otros países del mundo, según cifras que reporta el Informe de Desarrollo Humano que emite el PNUD (2010) y publicadas por Salud Un Derecho.

Esta desigualdad en salud en Chile se traduce en un per cápita bajo y una desigualdad muy alta, por lo que el documento plantea la deseabilidad de que el país pueda aumentar su per cápita pero acompañado de una mejor distribución de los recursos del país, de tal manera que se vea reflejado en los indicadores señalados y que acerque a Chile a países desarrollados como los de Europa.

Comparación de Chile con OCDE: gasto público/gasto privado

Según señalan las cifras de la OCDE, el 37% del gasto en salud en Chile es gasto de bolsillo, siendo la media de los países de la OCDE inferior al 20%. Se indica que después de México, Chile tiene el gasto de bolsillo más alto de todos los países de la OCDE.

El informe de Salud Un Derecho indica que la OCDE considera como parte del “gasto público” los fondos recaudados por cotizaciones legales (1,4% PIB) que los trabajadores aportan a los seguros privados de salud. Esto implica que la cifra final de gasto público reportada por la OCDE es en efecto mayor de lo real, tal como se pudiera entender si se restara este aporte a fondos privados.

Salud Un Derecho también indica que no existe solidaridad entre los fondos público y privado, es decir: el PIB aportado en cada caso sólo ayuda a financiar el gasto en salud de los respectivos beneficiarios y, tal como se señaló más arriba, esto se traduce en que hay más recursos disponibles para los beneficiarios de los seguros privados de salud.

El informe llama la atención sobre el hecho de que, en los países de la OCDE los fondos suelen ser solidarios entre sí, y en aquellos países donde existe una estructura de financiamiento de la salud basada en cotizaciones y seguros, estos son fuertemente regulados precisamente para que no se pierda el principio de la solidaridad en el gasto en salud.

Finalmente -según la OCDE- Chile tiene un gasto privado mayor que el público, y de todos los países de la OCDE, los únicos otros que presentan esta misma estructura son México y Estados Unidos. Todos los demás tienen más gasto público que privado en salud. El informe de Salud Un Derecho también llama la atención sobre el gasto total en salud en Chile, el que queda por debajo del promedio de los países de la OCDE.

La principal conclusión a la que llega el informe de este movimiento es que Chile es uno de los países más privatizados del mundo en relación al gasto en salud y que la mayor parte de lo disponible para este gasto proviene directamente del presupuesto de las familias. Chile también está en los últimos lugares del ranking del gasto per cápita en salud, junto con México y Turquía.

Conclusiones del informe de Salud Un Derecho

  • El gasto de bolsillo impacta principalmente a las familias de menos recursos, porque éstas son quienes destinan más de su presupuesto familiar a la salud.
  • Las personas ricas en Chile gastan mucho más en salud que los pobres, lo que es un factor determinante de desigualdad.
  • El gasto privado en salud no es solidario con los más pobres, porque no hay un fondo universal.
  • El derecho a la salud en Chile está en función de la capacidad de pago de las personas.
  • Los países con indicadores de gasto en salud más igualitarios tienen mayor aporte público.

Palabras finales

En Chile, Salud Un Derecho hizo un respetable esfuerzo de sistematización de cifras que están disponibles públicamente por parte de entidades como la OCDE. Lo que nos muestran estas cifras es que países como el nuestro tienen un gran desafío por delante en materia de reformas estructurales en salud para que las políticas que se apliquen no vayan en la dirección de soluciones privatizadoras, sino en la dirección de resguardar los derechos fundamentales de las personas. Al menos ése es el camino que señalan los países que tienen mejores indicadores de salud, de igualdad y de aseguramiento del derecho a la salud.

Notas

La autora ha declarado ser miembro activo de Salud Un Derecho, movimiento ciudadano que no recibe ningún tipo de financiamiento. La autora también es socia de la Asociación de Economía de la Salud de Chile.