Los tratamientos podrían ser dañinos.

Las experiencias personales.

Anécdotas son una base poco confiable para evaluar los efectos de la mayoría de los tratamientos.

Tratamientos ampliamente usados o aquellos que han sido usados por mucho tiempo no son necesariamente beneficiosos o seguros.

Tratamientos nuevos, de marca o más caros podrían no ser mejores que otras alternativas disponibles.

Las opiniones de expertos o autoridades, por sí solas no proporcionan un sustento confiable para decidir sobre los beneficios y daños de un tratamiento.

Conflictos de interés podrían resultar en afirmaciones engañosas sobre efectos de tratamientos.

Evaluar los efectos de los tratamientos requiere comparaciones adecuadas.

Además de los tratamientos comparados, los grupos en que se comparan deben ser similares.

Si es posible, las personas no deberían saber que tratamiento en comparación están recibiendo.

Estudios pequeños, en los cuales ocurren pocos eventos son, por lo general, no informativos y los resultados podrían ser engañosos.

Los resultados de una sola comparación de tratamientos podrían ser engañosos.