Estudios originales
← vista completaPublicado el 26 de abril de 2016 | http://doi.org/10.5867/medwave.2016.03.6432
Síndrome de burnout en estudiantes de primero a sexto año de medicina en una universidad privada del norte de México: estudio descriptivo transversal
Burnout syndrome in first to sixth-year medical students at a private university in the north of Mexico: descriptive cross-sectional study
Resumen
INTRODUCCIÓN El síndrome de burnout es un síndrome clínico tridimensional, causado por estrés laboral. Es frecuente en profesiones que exigen contacto directo con las personas. En México, la presencia del síndrome de burnout en médicos y estudiantes de medicina, se está caracterizando como una amenaza para la salud, calidad de vida y rendimiento de estos profesionales.
OBJETIVO Conocer la prevalencia de síndrome de burnout en estudiantes de primero a sexto año de medicina en una universidad privada del norte de México.
MÉTODOS Estudio transversal realizado en la Escuela de Medicina, Campus Laguna de la Universidad Autónoma de Durango. A los participantes se les aplicaron los instrumentos de medición Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil (EUBE) y Maslach Burnout Inventory (MBI). Para el análisis de los datos se usó SPSS 19.
RESULTADOS De los 344 alumnos participaron 225, 153 de primero a tercer año (grupo 1) y 72 de cuarto a sexto año (grupo 2). El 94,1% de los alumnos del grupo 1 tuvo síndrome de burnout leve y 2,8% tuvo síndrome de burnout moderado; en el grupo 2 el síndrome de burnout moderado se presentó en 27,8% y profundo 8,3%, siendo más elevado en el grupo 2 que en el grupo 1 (p=0,02).
CONCLUSIONES El síndrome de burnout afecta a estudiantes de medicina de todos los niveles, se desarrolla en forma progresiva y, en nuestro estudio, los factores externos no influyeron.
Introducción
El síndrome de burnout es un síndrome clínico tridimensional causado por estrés laboral. Fue descrito inicialmente en 1974 por el psicólogo Herbert Freudenberger [1], y más tarde, en 1981, caracterizado en tres dimensiones por Maslach y Jackson [2]. Incluye agotamiento emocional, despersonalización (cinismo) y baja realización laboral. Es muy frecuente en profesiones que exigen contacto directo con las personas, elevándose en el área sanitaria. La Organización Mundial de la Salud lo ha catalogado como riesgo de trabajo [2].
El síndrome de burnout es diagnosticado mediante el Maslach Burnout Inventory (MBI), que asigna un puntaje a cada una de las tres esferas que comprenden el síndrome. El diagnóstico del síndrome de burnout se establece a través de puntajes altos en agotamiento emocional y despersonalización, y bajos en realización laboral [3].
En México la presencia del síndrome de burnout en médicos y estudiantes de medicina, se está caracterizando como una seria amenaza para la salud, calidad de vida y rendimiento de estos profesionales. Entre 10 y 12% de los médicos sufre problemas psíquicos y conductas adictivas, que pudieran estar asociados a síndrome de burnout [4].
El síndrome de burnout estudiantil es una entidad que comprende agotamiento emocional, cinismo y bajo logro académico. Se cree que es secundario al alto grado de exigencia escolar dentro y fuera del aula [5]. Bourdeau et al., encontraron síndrome de burnout alto en 15% de los alumnos de primero año de medicina y 44% en los estudiantes de tercer año; sugiriendo un desarrollo progresivo del síndrome que relacionaron a factores estresantes, no del todo definidos [6].
Dyrbye publica prevalencias de 50% de síndrome de burnout estudiantil en Estados Unidos, Thyssen reporta 27% en Reino Unido. Proyecciones estadísticas afirman que de 15 a 30% de todos los estudiantes de medicina latinoamericanos padecen síndrome de burnout. En un estudio realizado entre internos de pregrado de Tepic, Nayarit, se encontró que el 94% de ellos tenían indicadores de salud mental negativos [7].
El diagnóstico de síndrome de burnout estudiantil se realiza mediante la Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil (EUBE), ya aprobada y validada en México. Consta de 15 ítems y es el instrumento de elección para el diagnóstico de síndrome de burnout en esta población [8].
El objetivo del presente trabajo fue evaluar la prevalencia de síndrome de burnout en estudiantes de primero a sexto año de medicina, en una universidad privada del norte de México.
Métodos
Para este estudio transversal, tomamos una muestra por invitación de alumnos de primero a sexto año de medicina en la Universidad Autónoma de Durango Campus Laguna, durante los meses de octubre y noviembre de 2015. Los participantes fueron divididos acorde a su etapa de formación en “ciclo básico” y “ciclo clínico”.
El primer grupo estuvo formado por participantes de primero a tercer año, en quienes se aplicó el instrumento Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil (Anexo 1) para diagnóstico de síndrome de burnout estudiantil; y el segundo por alumnos de cuarto a sexto año, en quienes se utilizó el Maslach Burnout Inventory (Anexo 2). En ambos grupos se aplicó un cuestionario cerrado, con respuestas tipo “sí” o “no” para identificación de factores estresantes que pudieran relacionarse con el nivel de burnout. Las variables estudiadas fueron nivel de síndrome de burnout, estado civil, dependientes económicos, trabajo, muerte de algún familiar cercano, padecer alguna enfermedad crónica y uso de drogas ilegales.
Antes de la aplicación del Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil/Maslach Burnout Inventory, los participantes fueron interrogados sobre si en los seis meses previos habían sido diagnosticados y/o estaban bajo tratamiento por trastornos del estado de ánimo. Los alumnos que respondieron afirmativamente fueron excluidos. Este estudio fue revisado y aprobado por el comité de ética e investigación de la Facultad de Medicina. Todos los datos obtenidos fueron resguardados para mantener en el anonimato la identidad de los participantes. Se llevó a cabo un análisis simple, acorde al tipo de variable estudiada utilizando el paquete estadístico SPSS 19.
Resultados
Se estudiaron 225 alumnos de un total de 344, lo que representa el 65,4 % de la población en la Escuela de Medicina Campus Laguna de la Universidad Autónoma de Durango. El grupo 1 incorporó a 153 alumnos, el grupo 2 a 72. Entre ambos grupos se contabilizaron 119 hombres y 106 mujeres, cuya relación hombre/mujer fue de 1,12:1. Cuatro alumnos fueron excluidos, dos de ellos en tratamiento médico por trastorno depresivo mayor, uno por trastorno por ansiedad generalizada y uno había sido recientemente diagnosticado con distimia.
La exploración de síndrome de burnout en el grupo 1 mostró que el 94,1% (n=144, 76 hombres y 68 mujeres) de los alumnos presentó síndrome de burnout leve y 2,8% (n=8, 2 hombres y 6 mujeres) síndrome de burnout moderado. Ningún alumno tuvo un grado profundo de burnout y solo un alumno no tuvo burnout (Tabla 1).
Tabla 1. Distribución de síndrome de burnout en el ciclo básico.
En este grupo, 96,7% de los alumnos estaban solteros. Al hacer una exploración de la relación entre el estado civil y el nivel de síndrome de burnout estudiantil, no encontramos diferencias estadísticamente significativas (p=0,5).
Tampoco se encontró que existiera relación alguna cuando se analizó la influencia de factores estresantes como trabajar, tener dependientes económicos, padecer alguna enfermedad crónica o que algún familiar cercano haya muerto o esté gravemente enfermo; sobre el nivel de síndrome de burnout estudiantil.
Ocho de 144 alumnos del grupo 1 admitieron haber usado drogas ilegales en más de una ocasión, siete de ellos fueron diagnosticados con síndrome de burnout leve y uno con síndrome de burnout moderado. Cuando se comparó con el resto de los participantes que habían negado usar drogas, no existieron diferencias significativas (p=0,9).
Para el grupo 2, en la exploración global del síndrome se diagnosticó burnout moderado en 27,8% (n=20) de los alumnos y burnout profundo en 8,3% (n=6) (Tabla 2). El nivel de burnout fue claramente más elevado en el ciclo clínico que en ciclo básico p=0,02.
Tabla 2. Distribución del síndrome de burnout en el ciclo clínico.
Cuando se evaluaron los tres componentes por separado, en el de realización laboral hubo una mayor cantidad de alumnos con síndrome de burnout alto 69,4% (n=50), síndrome de burnout moderado en 9,7% (n=7) y síndrome de burnout bajo en 20,8% (n=15).
El desgaste emocional se presentó en intensidad baja en 61,1% (n=44) de los sujetos, 27% (n=20) tuvo desgaste emocional moderado y 11,1% (n=8) alto. En el rubro despersonalización, se observó que un 91,7% (n=66) de los alumnos tuvo síndrome de burnout bajo y sólo un alumno tuvo síndrome de burnout alto.
Al evaluar la influencia de los factores estresantes estudiados sobre el nivel de síndrome de burnout en alumnos de ciclo clínico, se encontró que un alto número de los sujetos con síndrome de burnout alto en el componente de realización laboral, habían contestado afirmativamente a las peguntas de si además de estudiar tenían que trabajar y si había muerto un familiar cercano en los últimos 12 meses. Sin embargo, esto no fue estadísticamente significativo p= 1,5 y p=0,3, respectivamente. Ninguno de los factores estudiados mostró una influencia significativa sobre la evaluación global del síndrome (Tabla 3). Todos los participantes de ciclo clínico estaban solteros.
Tabla 3. Correlación entre factores estresantes y nivel de síndrome de burnout por componentes*.
Tres de los 72 alumnos del grupo 2, uno de ellos en internado de pregrado, admitió haber usado drogas ilegales más de una vez, pero esto no mostró correlación estadística sobre el nivel de burnout.
Discusión
El síndrome de burnout ha cobrado tal importancia que actualmente es considerado un riesgo laboral por la Organización Mundial de la Salud. El personal de salud que lo padece, la mayoría de las veces lo desconoce, trayendo consigo graves consecuencias personales y sociales que merman su calidad de vida y la calidad de los servicios asistenciales [9].
Los primeros estudios de síndrome de burnout lo encuadraron como un padecimiento que sólo afectaba a médicos en función y residentes. No obstante, investigaciones recientes reportan una tendencia a la alza de burnout entre estudiantes de medicina e internos de pregrado [10].
En el presente trabajo, los grupos fueron divididos en función del trato con pacientes y participación en procedimientos que desempeñan los alumnos durante la licenciatura en medicina.
Del primer al tercer año, las actividades formativas se realizan preponderantemente dentro de la facultad: en las aulas, biblioteca, anfiteatro y laboratorios. Razón por la cual, la interacción con pacientes y actividades hospitalarias aún no podrían considerarse como factores de riesgo para el desarrollo de síndrome de burnout en esta población. Los resultados de nuestro estudio muestran que más del 90% reunía criterios de síndrome de burnout leve, lo que es 40% más alto de lo reportado en Estados Unidos por Dyrbye et al. [5]. Esta cifra debe tomarse con cautela por las diferentes escalas utilizadas para el diagnóstico.
La Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil no es exclusiva para la carrera de medicina, pero resulta útil entre los alumnos de ciclo básico. Explora las esferas de agotamiento, desmotivación y bajo logro académico.
Un mínimo porcentaje de los sujetos de estudio (2,8%), presentaba síndrome de burnout moderado y la mitad de ellos tenían promedio general reprobatorio.
Los factores asociados al síndrome de burnout estudiantil no son del todo claros. En el estudio de Dyrbye se sugiere que los factores asociados a síndrome de burnout estudiantil son externos a las actividades de la licenciatura, como haber experimentado alguna enfermedad o situación de duelo [5]. Sin embrago, en esta muestra no encontramos ninguna asociación significativa entre el grado de síndrome de burnout estudiantil y la presencia de factores estresantes; lo que sugiere que es la exigencia académica per se, la responsable del desarrollo del síndrome.
Debido a que fueron pocos los alumnos que tuvieron puntajes moderados de síndrome de burnout y ninguno obtuvo puntaje alto, las inferencias resultantes no son del todo significativas. Por ello, es necesario repetir estas observaciones en una muestra más numerosa.
En los sujetos de ciclo básico las consecuencias de padecer síndrome de burnout son parecidas a las del médico titulado; reportando ausentismo estudiantil, apatía, indiferencia y bajo logro académico, llegando a presentarse deserciones universitarias. Se ha reportado ideación suicida hasta en 11% de quienes padecen síndrome de burnout alto, que remite tras ceder los síntomas de este síndrome [11].
En los participantes de ciclo clínico, las actividades están más enfocadas al trato con pacientes a través de consultas médicas, ayudantías en procedimientos quirúrgicos y guardias en hospitales, sumadas a sus obligaciones académicas. Además, durante el sexto año, el estudiante se enfrenta a la vida hospitalaria como interno de pregrado. Es en este momento donde tomará la decisión del rumbo que dará a su carrera.
En la muestra de alumnos de ciclo clínico la prevalencia de burnout moderado se disparó a 27,8% y burnout profundo a 8,3%, lo cual fue significativamente más alto al compararlos con sus homólogos de ciclo básico, p=0,02. Lo que confirma en nuestra población lo observado por Boudreau et al., quienes afirman que el síndrome de burnout se desarrolla progresivamente durante la carrera de medicina [6]. Si bien el principal factor de riesgo para síndrome de burnout es el estrés en el trabajo, las situaciones personales negativas podrán tener algún grado de influencia [10].
En esta serie no se encontró asociación significativa entre los factores estresantes estudiados y el nivel de síndrome de burnout en ciclo clínico. No obstante, se observó que más de un tercio de los alumnos que puntearon alto para el rubro de “satisfacción laboral” admitió tener que trabajar además de estudiar y haber experimentado una situación de duelo. Por este motivo, es necesario realizar nuevamente esta exploración en una muestra más grande.
La observación de que más de la mitad de los sujetos tienen burnout alto en la esfera de la realización laboral, podría obedecer a que la carrera de medicina es muy larga y en el punto donde ellos se encuentran aún como estudiantes, sus coetáneos ya son económicamente activos.
El ciclo clínico es una etapa sumamente estresante, en la que los médicos en formación podrán ser más susceptibles a presentar algún grado de síndrome de burnout. Los resultados de nuestro estudio confirman lo dicho por Enoch et al., quienes afirman que al final del sexto año la mayoría de los estudiantes padecerán algún grado de síndrome de burnout, tendiendo más al burnout alto [12]. El burnout alto es factor de riesgo para trastorno depresivo mayor en los estudiantes de medicina. Esto es un indicador de salud negativo que merma la calidad de vida y la satisfacción laboral de los futuros médicos.
El presente estudio describe un fenómeno de salud de creciente interés para la comunidad médica, en alumnos de medicina de todos los niveles. Además intenta establecer asociaciones entre el síndrome de burnout y la presencia de factores estresantes que no están relacionados a las actividades académicas y/o asistenciales. Lamentablemente, este diseño no sustenta inferencia de causalidad y sólo nos permite establecer asociaciones generales. Debido a las altas prevalencias de síndrome de burnout en nuestra población, es necesario ampliar la investigación en poblaciones comparables con la nuestra y, de confirmarse que los estudiantes de medicina son más vulnerables a síndrome de burnout que otras poblaciones, será necesario caracterizar bien cada componente del síndrome para emprender las acciones preventivas pertinentes.
Conclusiones
El síndrome de burnout es un problema de salud que afecta a una gran cantidad de estudiantes de medicina de todos los niveles. Al inicio de la carrera casi todos los sujetos que lo padecen lo hacen en intensidad baja, sin embargo a medida que se avanza en la licenciatura hay una mayor proporción de alumnos con burnout moderado y profundo.
Los alumnos de ciclo clínico muestran más tendencia a síndrome de burnout alto en la esfera de realización laboral, lo cual podría obedecer a que en el punto donde ellos se encuentran aún como estudiantes, sus coetáneos ya son económicamente activos.
No encontramos influencia significativa de ningún factor externo sobre el nivel de síndrome de burnout, lo que nos hace plantearnos la idea de que el estrés académico y asistencial son los únicos responsable del síndrome. Estas afirmaciones deberán ser demostradas en sucesivos trabajos.
Notas
Anexo 1: Escala Unidimensional de Burnout Estudiantil (EUBE)
Anexo 2: Maslach Burnout Inventory (MBI).
Aspectos éticos
La Revista tiene constancia de que el comité ético científico de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Durango, Campus Laguna, tuvo conocimiento sobre este estudio y su posible publicación en una revista de difusión biomédica.
Declaración de conflictos de intereses
Los autores han completado el formulario de declaración de conflictos de intereses del ICMJE, y declaran no haber recibido financiamiento para la realización del reporte; no tener relaciones financieras con organizaciones que podrían tener intereses en el artículo publicado, en los últimos tres años; y no tener otras relaciones o actividades que podrían influir sobre el artículo publicado. Los formularios pueden ser solicitados contactando al autor responsable o a la dirección editorial de la Revista.
Financiamiento
Los autores declaran que no hubo fuentes de financiación externas.
Agradecimientos
Los autores agradecen la colaboración de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Durango, Campus Laguna, México.